¿Por qué nos gustan tanto las bromas en el Día de los Inocentes? La psicología lo explica

Cada 28 de diciembre se repiten las bromas tanto en el ámbito social como en el informativo, pero siguen haciéndonos gracia aunque ya no nos pillen por sorpresa

muñeco de papel

Muñeco de papel de los Santos Inocentes.

Cada 28 de diciembre se repite en España una costumbre curiosa pero que no deja de sorprendernos: todo el mundo sabe que es el Día de los Inocentes, todos esperan bromas y chascarrillos con cierta gracia en la prensa y entre sus círculos de allegados… pero por más que lo sepamos siempre acaban sorprendiéndonos y colándonos alguna broma.

Hoy, la psicología trata de explicar por qué nos gustan tanto las bromas de este día y disfrutemos con ellas, aunque casi todo el mundo sepa de antemano lo que va a ocurrir y el factor sorpresa ya no exista.

¿Por qué nos seguimos riendo con las bromas del 28 de diciembre?

Todos los expertos coinciden en que las bromas son una forma de escape de la realidad, un entretenimiento que nos ayuda a distanciarnos y olvidarnos, aunque sea por un corto tiempo, de nuestros problemas. Además, aseguran que la risa es un fenómeno social, es contagiosa y promueve la cohesión social. La pregunta entonces es: ¿qué es lo que nos hace reír?

Según el psicólogo Alastair Clarke, de la Universidad de Cardiff, la risa se produce cuando sorprendemos a nuestro cerebro con un patrón inesperado. Al reconocer ese patrón sorprendente, el cerebro se autorecompensa liberando dopamina, lo que provoca una reacción eufórica que se manifiesta a través de la risa.

Esto coincide con la teoría de los investigadores Victor Raskin, autor del libro Mecanismos semánticos del humor (1985), y Salvatore Attardo, quienes sostienen que lo que nos hace reír son las incongruencias. Por eso, muchos chistes y bromas se basan en hacer algo ilógico. El neurocientífico gallego Manuel Arias añade que la risa es «un fenómeno de fallo de inhibición». De hecho, muchos de nosotros hemos experimentado situaciones que pueden parecer especialmente graciosas simplemente porque en ellas no está permitido reír.

Por consiguiente, el secreto para lograr hacer reír a alguien es sorprender a su cerebro: hacer que espere una cosa, para luego presentarle otra diferente e inesperada. Y esta situación sucede incluso cuando esperamos que se pueda producir una broma: en la fecha del Día de los Inocentes, estamos tan alertas y tan atentos a detectar estos engaños que a veces nos despistamos y «nos la acaban colando» en otras situaciones.

¿Cuál es el origen del Día de los Inocentes?

En el ámbito cristiano, la celebración de los Santos Inocentes está muy ligada a historia bíblica, aunque su origen y arraigo en otras culturas sigue sin estar claro. Las fuentes y teorías más extendidas son las siguientes:

¿Cuándo se celebra el Día de los Inocentes en otros países?

Curiosamente, la costumbre de gastar bromas el día 28 de diciembre es muy española, y está muy extendida en latinoamérica. En el resto del mundo, el día de las bromas suele celebrarse mayoritariamente el 1 de abril, con distintas nomenclaturas en función del país. Estas son algunas de las más representativas:

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