Por qué las personas que visten tonos neutros generan más confianza en los demás: lo explican los estilistas

Colores como el gris, el negro, el beige o el blanco pueden proyectar serenidad y autoridad

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Mujer con los brazos cruzados mirando a cámara.

Estudios recientes sobre psicología del color apuntan a que ciertos colores aumentan la percepción de confianza. Entre ellos se encuentran los tonos neutros, que transmiten estabilidad y encajan en casi cualquier cultura a la hora de proyectar seriedad.

Aquí nos enfocaremos en por qué estos tonos funcionan tan bien según los estilistas y distintas investigaciones que analizan cómo el color puede influir en la confianza. También veremos qué transmiten otros colores muy usados en el entorno laboral para que puedas elegir con más intención.

Por qué los tonos neutros inspiran más confianza

Los tonos neutros —negro, gris, beige, blanco y la gama de marrones suaves— aportan una presencia estable que no genera ruido visual y acompañan el mensaje que quieres transmitir. En contextos donde la claridad, la profesionalidad y la credibilidad son claves, su discreción se vuelve una ventaja.

Un estudio de Soochow University muestra que la gente confía más en prendas con valores de color bajos, es decir, tonos más oscuros y menos saturados. Estos se asocian a seriedad y coherencia y se perciben como más fiables que los colores intensos.

Por eso el negro y el gris llevan décadas funcionando como base del vestuario profesional. Lo vemos también en líderes tecnológicos como Tim Cook o Elon Musk, que recurren a paletas monocromáticas para transmitir rigor y concentración.

Además, los tonos neutros se acomodan bien a distintas culturas y códigos sociales. En reuniones internacionales, eventos formales o entrevistas de trabajo, son un terreno seguro ya que rara vez generan interpretaciones negativas. Y a nivel psicológico, ayudan a que el foco se ponga en tu voz, tus gestos y tu capacidad, no en tu ropa.

Qué proyectan otros colores frecuentes en la ropa

Aunque los tonos neutros se encuentran entre los más fiables, otros colores también tienen un impacto claro en la manera en que los demás te perciben. Conviene saberlo para usarlos cuando realmente encajan con lo que quieres proyectar.

Los tonos neutros funcionan porque dejan que seas tú quien hable primero, no la ropa que llevas. Si decides sumar otros colores, hazlo con intención: cada uno despierta percepciones distintas, y aprovecharlas a tu favor es parte de construir una imagen coherente y fiable.

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