Ni matemáticas ni música: la asignatura que hace a los niños más inteligentes y pocos colegios españoles trabajan

Una asignatura en particular está vinculada con el desarrollo de habilidades fundamentales para la vida actual y futura

Niños más inteligentes

Niños en una clase de robótica

El avance tecnológico transformó profundamente y para siempre el entorno educativo. La irrupción de nuevas herramientas ha reconfigurado los métodos de enseñanza y aprendizaje, ofreciendo alternativas que complementan o incluso reemplazan los enfoques tradicionales. Entre estas nuevas metodologías, una destaca por su capacidad de integrar conocimientos de múltiples áreas y fomentar habilidades transversales en los niños más inteligentes.

Sin embargo, sigue sin ocupar un lugar prioritario en la programación académica de los colegios españoles, a pesar de los beneficios evidenciados por diferentes investigaciones internacionales.

¿Cuál es la asignatura que hace a los niños más inteligentes y pocos colegios españoles trabajan?

La robótica educativa, integrada dentro del modelo STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics), se presenta como una herramienta eficaz para impulsar el pensamiento lógico y computacional desde edades tempranas. A través de la construcción y programación de robots, los niños y niñas desarrollan una secuencia mental orientada a resolver problemas concretos mediante pasos estructurados.

Este tipo de pensamiento, conocido como pensamiento computacional, favorece la adquisición de habilidades cognitivas complejas, como la capacidad de análisis, la toma de decisiones y la adaptación a escenarios cambiantes. Estas habilidades no se limitan al entorno académico, sino que son aplicables en múltiples contextos de la vida cotidiana y profesional.

Según un estudio publicado en Frontiers in Robotics and AI titulado The Impact of Robotics Education on Young Children’s STEM Learning and Attitudes, la robótica educativa tiene un impacto directo en la mejora del razonamiento matemático y las habilidades de resolución de problemas entre estudiantes de primaria.

Los beneficios cognitivos y sociales de la robótica en las aulas

El uso de la robótica educativa en el aula no se limita a la adquisición de conocimientos técnicos. De hecho, se han identificado múltiples áreas de desarrollo que se ven favorecidas por su implementación:

Estas competencias son fundamentales en el entorno laboral actual, donde se valoran perfiles capaces de pensar de manera estructurada, trabajar en grupo y enfrentarse a desafíos tecnológicos.

Por otra parte, el desarrollo de habilidades STEM desde etapas tempranas se considera una estrategia clave para preparar a las generaciones futuras ante los retos de un mercado laboral cada vez más automatizado y tecnológicamente exigente. La robótica educativa no sólo ofrece herramientas para adaptarse a esta realidad, sino que facilita que los menores se conviertan en actores activos del cambio.

El Parlamento Europeo estima que más de 800.000 puestos de trabajo en tecnologías de la información quedarán sin cubrir en Europa por falta de perfiles cualificados. Introducir la robótica desde la educación primaria no solo tiene un valor formativo, sino también estratégico.

Baja implantación de la robótica en España

Pese a los beneficios demostrados, la robótica educativa sigue siendo una asignatura marginal en el sistema escolar español. Su presencia es aún limitada a experiencias piloto, talleres extracurriculares o centros privados con capacidad de inversión. La falta de formación docente específica y la escasez de recursos materiales y económicos son algunos de los factores que explican esta situación.

En otros países europeos, como Alemania, Finlandia o Estonia, la robótica ya ha sido integrada de forma transversal en la educación obligatoria. En España, sin embargo, su incorporación aún depende del interés de centros individuales o de proyectos puntuales promovidos por fundaciones y empresas tecnológicas.

Por último a remarcar, un informe de Education Endowment Foundation alerta de que «los enfoques basados en tecnología requieren formación y soporte continuado al profesorado para ser eficaces», un aspecto que en España todavía no ha sido suficientemente atendido.

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