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Hay frases que la crianza respetuosa no recomienda que digas a los hijos, pero otras sí que pueden ser muy útiles para que los niños aprendan a calmar su angustia y que no tengan rabietas. Puede parecer imposible pero Álvaro Bilbao, psicólogo español, cree que hay una frase de vital importancia.
Lejos de perder los nervios, castigarle, gritarte o intentar hablarle de una forma extraña, el experto en disciplina positiva y psicólogo infantil ha propuesta una alternativa que puedes usar en menos de 20 segundos.
Su propuesta se apoya en la forma en la que el cerebro infantil gestiona el estrés y en cómo los padres pueden influir positivamente en ese proceso sin recurrir a discursos largos ni explicaciones complejas. ¿Y cuál es la frase estrella? «Todo pasa».
La frase de dos palabras que reduce el estrés infantil, según un psicólogo especializado
Según explica Álvaro Bilbao, una de las ideas más potentes para calmar a un niño es recordarle que aquello que siente no durará para siempre. Por ello, una de sus propuestas es que utilices una frase simple como «Todo pasa».
Estas dos palabras funcionan porque el cerebro del niño tiende a percibir el malestar como algo permanente, lo que dispara la angustia. Cuando un adulto transmite que la emoción es pasajera, el sistema nervioso se relaja de inmediato.
Tal y como señala la psicología infantil, entender que todas las emociones son pasajeras tiene un efecto calmante en el sistema nervioso. Y Bilbao lo refuerza con una idea clave: el estrés no aparece porque tengamos problemas, sino porque nos sentimos incapaces de superar el problema.
Qué hace que la frase ‘Todo pasa’ funcione en niños hasta en momentos de angustia
La frase actúa como un ancla emocional. Mientras el niño siente miedo, enfado o tristeza, su cerebro está dominado por impulsos y es incapaz de ver más allá del momento presente.
Al escuchar «Todo pasa» su mente recibe un mensaje directo, claro y fácil de procesar. No se le exige razonamiento. No se le pide que deje de llorar. No se invalida su emoción. Simplemente se le recuerda algo fundamental: lo que siente no es para siempre.
Este efecto calmante se potencia gracias a la presencia del adulto, algo que la psicología infantil considera esencial. Como explica el enfoque del propio Bilbao, la presencia de los padres y nuestras palabras ayudan a los niños a aceptar y modular sus emociones.
Por qué debes hacer caso a Álvaro Bilbao, psicólogo experto en educación infantil
Con una trayectoria que incluye colaboraciones con la Organización Mundial de la Salud, la Unión Europea y el Children Center de Nueva York, Álvaro Bilbao combina la ciencia con la experiencia personal.
«Llevo toda mi vida profesional ayudando a familias; conozco el funcionamiento del cerebro y los estudios que avalan la educación en positivo, pero mi experiencia más valiosa ha sido educar a mis propios hijos», ha afirmado en su cuenta oficial.
Además habla desde la empatía, ya que reconoce que es el primero que a veces siente frustración o duda de su papel como padre, pero ha aprendido a educar de una manera distinta a como fue educado.
Por ello imparte desde 2010 formaciones y cursos en línea donde enseña a madres y padres a guiar sin gritar, a corregir sin castigar y a educar desde la calma. De hecho, tiene otros consejos muy buenos. Por ejemplo, qué hacer si tu hijo no quiere recoger los juguetes.
