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Hay veces en las que los hijos se cansan de ordenar sus cosas o que la rutina les aburre, por lo que tienen caprichos como pedir comida a domicilio. Algunos padres temen que eso desencadene una rabieta o creen que es un indicativo de que no valoran lo que tienen, pero nada más lejos de la realidad.
Lo cierto es que los expertos en psicología infantil han señalado que es normal que tu hijo repita insistentemente una pregunta como «¿Por qué no podemos pedir comida en casa hoy?». Lo hacen simplemente porque lo asocian con un día especial y, en muchas ocasiones, con comida que les encanta como la pizza.
Pero lo importante y lo que demuestra que lo estáis haciendo bien como padres es que, aunque les apetezca mucho, lo primero que han hecho es acudir a preguntarte. Esto es una demostración de que saben quién manda y dónde están los límites.
Por qué esta frase tan repetitiva demuestra que lo estáis haciendo bien como padres
El hecho de que un niño repita una frase de manera constante suele estar vinculado a la sensación de ser escuchado. No se trata de que la comida a domicilio tenga un atractivo especial, sino de que el pequeño encuentra en esa pregunta un modo de comprobar que sus padres están atentos a sus inquietudes.
Es decir, el niño os está demostrando que os ve a vosotros y a sus hermanos como un espacio seguro, donde puede expresar sus dudas sin miedo a ser juzgado o ignorado.
Aunque pueda parecerte algo superfluo, la realidad es que los niños que se atreven a repetir una misma pregunta varias veces lo hacen porque tienen la confianza de que recibirán una respuesta. Esto es el reflejo de que has creado en tu casa un espacio seguro donde se presta atención a las emociones y se puede hablar.
Por qué es importante que tus hijos tengan rutinas claras
La pregunta de «¿Por qué no podemos pedir comida a domicilio?» también está relacionada con el establecimiento de rutinas familiares.
Lo normal en muchas casas es que durante la semana se cocine, y pedir comida quede reservado a ocasiones puntuales, como un fin de semana o una celebración especial.
Al final el niño se da cuenta de ese proceso, por lo que es normal que te pregunte por qué lo hacéis si parece que lo mejor es cuando pedís por teléfono. Lo que demuestra es que ha interiorizado la rutina y busca confirmar si existe alguna excepción.
No debes ceder ni pensar que estáis haciendo algo mal como padres, ya que este tipo de preguntas prueban que en tu casa hay unas normas claras y coherentes. Los niños siempre ponen a prueba a la autoridad, por lo que seguirán preguntándote para saber si hay alguna forma de salirse con la suya.
Esta frase es una oportunidad para que los padres conecten con los niños
Cuando los niños crecen empiezan a molestarse porque los padres les organicen su vida, por lo que hay que aprovechar todas las preguntas y momentos en familia para conectar emocionalmente con ellos.
Responder con un «porque no» para cortar la conversación puede parecerte lo más cómodo, pero es una oportunidad perdida. Por ejemplo, para explicarles el valor del dinero, para enseñarles a cocinar o para que valoren los momentos especiales.
Explicar desde el afecto siempre va a ser más difícil, pero es una gran idea para que los pequeños aprendan a gestionar sus emociones, desarrollen empatía y sepan evitar la frustración.