Cuando llegamos a la tercera edad, cuidar la salud va más allá de mantener una buena alimentación o hacer ejercicio para mantenerse activos. Los médicos recomiendan un sencillo hábito diario que mejora el bienestar general de las personas mayores de 60 años: la exposición diaria al sol.
Son múltiples los riesgos asociados a exponerse en exceso a la luz solar, pero la ciencia también respalda los beneficios de esta actividad si se lleva a cabo en dosis reducidas y controladas, tal y como recomienda el doctor Charles Garven en la organización Cleveland Clinic.
A medida que el cuerpo envejece, ciertas partes del organismo comienzan a comportarse de manera distinta. Por ello, una rutina tan simple como una exposición de unos 15 minutos a la luz solar puede convertirse en el mayor aliado para mantener un equilibrio en el estado físico y emocional.
15 minutos de sol: el hábito diario recomendado para personas mayores de 65 años
Al superar los 60 años, mantener los huesos fuertes resulta más importante que nunca para evitar caídas y poder llevar a cabo una actividad física diaria sin grandes esfuerzos. Y por ello, la vitamina D es la mejor fuente de calcio para nuestras articulaciones.
«Más del 90% de la vitamina D que necesita el cuerpo proviene del sol», explica el doctor Garven en Cleveland Clinic. Además, esta vitamina es clave para fortalecer el sistema inmunológico y regular la salud cardiovascular.
La luz solar también estimula la producción de serotonina, conocida como la hormona de la felicidad. En la tercera edad, una etapa en la que problemas como la depresión o la soledad se hacen todavía más frecuentes, reducir los niveles de ansiedad y manejar la estabilidad emocional debe ser un asunto al que prestar mucha atención.
En resumen, todos los procesos de nuestro organismo funcionan mejor cuando tenemos un buen descanso. Una exposición breve pero diaria a la luz solar también contribuye a regular nuestro reloj biológico: te cansas más durante el día y duermes mejor por la noche.
Las recomendaciones para tomar el sol en la tercera edad de forma segura
La exposición a la luz solar, como vemos, trae muchos beneficios, pero una exposición excesiva o incorrecta a los rayos de sol puede traer efectos adversos que son más dañinos en personas de más de 60 años.
No se trata de tomar el sol durante horas para absorber la vitamina D o fortalecer el sistema inmunológico. Los médicos recomiendan que las rutinas de exposición al sol sean más bien breves: entre 10 y 30 minutos al día.
Existe la creencia errónea de que, conforme nuestro cuerpo envejece, la piel se vuelve más resistente a los rayos de sol. De hecho, sucede lo contrario: la piel de las personas de más de 60 años es más propensa a los efectos dañinos del sol.
Por este motivo, se recomienda evitar una exposición solar excesiva en las horas de mayor radiación del día. Es decir, entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde. De la misma manera, usar protección solar y cubrir las zonas más sensibles del cuerpo con ropa adecuada.
Cada persona y cada piel es un mundo, y no todos vivimos en ciudades igual de expuestas a la luz del sol. Por ello, es recomendable consultar con nuestro médico de cabecera cuáles los mejores hábitos en nuestro caso particular.