Contenido
La felicidad no está en los grandes logros ni en los placeres instantáneos, sino que se cultiva día a día con pequeños hábitos que repercuten en nuestra vida cotidiana. A este consenso han llegado los expertos, que han detectado el rasgo común entre las personas más felices.
Según Travis Bradberry, coautor del best-seller Emotional Intelligence 2.0, las personas más felices no son aquellas con menos problemas, sino aquellas que han aprendido a concentrar su energía sólo en las cosas que pueden controlar.
Esta actitud intencional puede marcar la diferencia entre vivir una vida de estrés y sin propósito o dirigir los pensamientos hacia aquello que depende de uno mismo y apasionarse por lo que uno hace.
El hábito diario que practican las personas más felices, según los expertos
Una de las claves para alcanzar la felicidad, según múltiples estudios acerca de la psicología positiva, es no gastar esfuerzos excesivos en controlar aquello que está fuera de tu alcance.
«En lugar de lamentarte por las cosas que no puedes controlar, intenta poner tu esfuerzo en aquellas cosas que sí puedes gestionar», explica Bradberry.
Practicar este hábito no significa ignorar los problemas o dejarse llevar por las situaciones negativas sin pasar a la acción. Consiste en entender qué es lo que ocurre y determinar qué puedes hacer ante ello.
¿Cómo concentrarse únicamente en los problemas que podemos controlar?
El primer paso es identificar tus fuentes de preocupación y preguntarte si puedes hacer algo al respecto. Si la respuesta es que no, debes enfocarte en otro asunto; si es que sí, debes hacer algo por solucionarlo.
Esta práctica no sólo se utiliza en las grandes decisiones o los momentos más trascendentales de una vida. La felicidad no es el destino o el final, sino el día a día y las pequeñas cosas sin aparente importancia.
«¿Tienes un largo camino hasta el trabajo? Aprovecha y lee un libro. ¿Te has lesionado corriendo? Prueba a nadar», ejemplifica Bradberry para ilustrar que uno no debe dejar que las cosas ajenas frenen su progreso diario.
Por ello, aspectos de la vida cotidiana tan variados como el clima, las decisiones que tomamos en el pasado o las decisiones que toman otras personas ajenas a nosotros no deben repercutir en la estabilidad emocional o en el proyecto de vida de cada uno.
Los secretos ocultos para aumentar tu felicidad en el día a día
Además de concentrarse sólo en lo que uno puede controlar, existen otros hábitos comunes que caracterizan a las personas más felices, según los expertos.
Mantener un buen descanso, hacer ejercicio con regularidad y practicar la autoaceptación son algunos consejos que no por ser habituales dejan de ser fundamentales para fomentar la felicidad.
La vida más feliz también es aquella en la que la persona consigue rodearse de gente que le aporta cosas positivas y no le lastra con comportamientos tóxicos. Por ello, la felicidad consiste en enfocarnos también en nuestro entorno y no sólo en lo individual.
Tener una mentalidad de crecimiento también es clave: mejorar, aprender a diario, adaptarse a nuevas situaciones y desafíos son hábitos necesarios para encontrar un propósito en la vida.