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En el mundo de los superalimentos, hay uno que no se consume en España, pero, sin embargo, tiene muchísimos beneficios para la salud. Se trata de un superalimento al que se considera la «planta milagrosa» por sus propiedades fitoterapéuticas.
Hablamos de la moringa, un árbol nativo de la India, pero que también crece en América del Sur, África y Asia. Se lleva utilizando desde hace varios siglos por sus beneficios para la salud y propiedades medicinales: antivirales, antidepresivas, antimicóticas y antiinflamatorias.
Moringa, el superalimento de moda
La Moringa oleifera es un tesoro nutricional con propiedades terapéuticas destacadas. Originaria de la India, esta planta ha sido utilizada en la medicina Ayurveda para tratar y prevenir más de 300 enfermedades, abarcando desde anemia hasta úlceras.
En el Antiguo Egipto, la moringa era considerada un producto exótico y lujoso, regalado a reyes y colocado en sus tumbas junto a sus tesoros. Prácticamente todas las partes del árbol son comestibles, pero las hojas son especialmente ricas en nutrientes.
Valor nutricional
La moringa se destaca como un alimento único, especialmente valioso para veganos y vegetarianos, al ser una fuente de proteínas completas, abarcando todos los aminoácidos esenciales en un 25% de su contenido. Cabe señalar que las proteínas de este superalimento tienen una digestibilidad del 100%.
Además de su contenido proteico excepcional, la moringa impresiona con su abundancia de vitaminas y minerales. Contiene 15 de los 20 minerales esenciales, destacando calcio e hierro, y alberga 7 de las 13 vitaminas, incluyendo las del grupo B, vitamina A, C y E. Esta combinación nutricional única hace de la moringa un verdadero superalimento con beneficios significativos para la salud.
Beneficios para la salud
El aceite de semilla de moringa ofrece una gran variedad de beneficios para la piel y el cabello al proteger contra los radicales libres . Además, contiene proteínas que protegen las células cutánea. Su capacidad para curar infecciones y llagas cutáneas hace que sea un aliado valioso en el cuidado de la piel.
En el ámbito de la salud, la moringa demuestra propiedades antiinflamatorias que pueden prevenir el desarrollo de edemas, una condición dolorosa caracterizada por la acumulación de líquido en tejidos específicos del cuerpo. Asimismo, se ha observado que la moringa contribuye a la protección y reparación del hígado, especialmente contra el daño causado por ciertos fármacos.
Además, los extractos de moringa son útiles para tratar trastornos estomacales como la gastritis y colitis ulcerosa, gracias a sus propiedades antibacterianas y su contenido de vitamina B que favorece la digestión.
La moringa también muestra su capacidad para combatir enfermedades bacterianas, siendo efectiva contra patógenos como Salmonella, Rhizopus y E. coli. Asimismo, su contribución a la salud ósea, con la presencia de calcio y fósforo, junto con propiedades antiinflamatorias, la convierten en un posible tratamiento para afecciones como la artritis.
En el ámbito emocional, se sugiere que la moringa puede ser beneficiosa para tratar trastornos del estado de ánimo como la depresión, la ansiedad y la fatiga.
En cuanto a la salud cardiovascular, los antioxidantes presentes en la moringa pueden prevenir el daño cardíaco y mantener el corazón saludable. Además, su capacidad para reducir la presión arterial alta la convierte en un aliado en la prevención de enfermedades cardíacas.
La moringa también demuestra beneficios para la cicatrización de heridas, ayudando a cerrarlas y reducir la aparición de cicatrices. En el ámbito metabólico, su capacidad para reducir los niveles de glucosa en sangre la convierte en un posible tratamiento para la diabetes.
En el ámbito respiratorio, la moringa puede ayudar a mejorar la función pulmonar y reducir la gravedad de algunos ataques de asma, protegiendo contra constricciones bronquiales.
Por último, este superalimento contribuye a mejorar la salud ocular al prevenir la dilatación de los vasos de la retina, el engrosamiento de las membranas capilares y la disfunción de la retina. Además, puede ser beneficiosa en el tratamiento y la prevención de la anemia y la enfermedad de células falciformes al facilitar la absorción de hierro y aumentar el conteo de glóbulos rojos.
Cómo se toma
Una de las formas más comunes de consumir la moringa es en forma de té, una opción rápida y fácil que se puede disfrutar en cualquier momento del día. Para preparar el té de moringa, simplemente hierve 250 mL de agua, agrega una cucharada de hojas de moringa, tapa y deja reposar durante 5 minutos. Luego, cuela y puedes disfrutar de hasta 2 tazas de té al día.
Otra opción es ingerir las semillas de moringa, las cuales deben descascararse y tragarse con un vaso de agua, como si fueran pequeñas píldoras. Se recomienda consumir alrededor de 3 gramos al día, equivalente a unas 2-3 semillas.
Las cápsulas de moringa también se pueden encontrar en herboristerías. La dosis sugerida varía según la marca, pero generalmente se toma de 1 a 2 cápsulas de 200 mg al día, preferiblemente con las comidas. Es importante revisar la etiqueta del producto, ya que las concentraciones de moringa pueden variar entre diferentes marcas.