El otoño acaba de empezar y la piel lo nota casi antes que nosotros. Basta con salir un par de días seguidos para darse cuenta: por la mañana refresca, a media tarde todavía aprieta el sol y en casa ya empieza a encenderse la calefacción. Esa mezcla de frío, calor seco y cambios de humedad termina pasando factura. La piel se nota cada vez más tirante, salen rojeces y, poco a poco, es posible que comencemos a notar como la piel está envejeciendo sin entender qué pasa, al margen de la edad.
De hecho, lo curioso es que no siempre tiene que ver con la edad. Muchas veces es culpa de un detalle pequeño al que casi nadie presta atención: el pH natural de la piel. Ese equilibrio invisible es el que mantiene todo en orden. Si se rompe, llegan los granitos, la sequedad y esa sensación de piel apagada que asociamos con el paso de los años, así que debes tener cuidado especial al pH si notas que de repente tu piel está envejeciendo y no entiendes qué pasa.
La importancia del pH de la piel
Los dermatólogos lo llaman manto ácido. Es una fina película que funciona como escudo frente a bacterias, contaminación y agresiones externas. En otoño es fácil que se desajuste y cuando eso pasa, es cuando notamos que la piel se debilita y acelera su proceso de envejecimiento. Y no es algo que digamos nosotros, hay estudios que lo confirman: las pieles que tienen un pH estable, ligeramente ácido, entre 4,5 y 5,5, se mantienen más hidratadas y muestran menos arrugas que aquellas cuyo pH sube demasiado. Dicho de otra forma: cuidar el pH es una de las maneras más eficaces de frenar la piel envejeciendo.
Y precisamente para cuidar del pH de la piel y evitar que el rostro pierda vitalidad esta temporada, y a la larga, hemos querido recopilar los 7 consejos de expertos que te ayudarán a mantener tu piel equilibrada, luminosa y con un aspecto joven durante todo el otoño.
7 consejos de expertos para evitar la piel envejeciendo por un pH alterado
Elige limpiadores con pH equilibrado
Los jabones tradicionales, especialmente los de pastilla, suelen ser muy alcalinos y elevan el pH más de lo que conviene. El resultado es una barrera cutánea debilitada y que tiene más riesgo de acabar con una irritación. Optar por limpiadores suaves, que indiquen pH equilibrado o dermatológicos, es clave para mantener la piel fuerte y evitar esa sensación de sequedad que da aspecto de piel envejeciendo.
Hidrátate estratégicamente
No vale cualquier crema. Los expertos inciden en que usemos fórmulas con ceramidas, ácido hialurónico o niacinamida. Estos ingredientes ayudan a reparar la barrera, aportan agua y reducen la inflamación. Una hidratación adecuada no solo evita la tirantez, también ayuda a que la piel conserve elasticidad, algo fundamental para que no se note piel envejeciendo con los primeros fríos.
Reevalúa los tónicos
Muchas rutinas de belleza incluyen tónicos astringentes que, en lugar de equilibrar, resecan y alteran el pH. Lo ideal es decantarse por tónicos con fórmulas suaves, y que tengan ingredientes calmantes como por ejemplo el aloe vera o el agua de rosas. Así ayudas a que la piel esté hidratada sin castigar su equilibrio natural.
Evita la exfoliación excesiva
Tanto los exfoliantes físicos como los químicos se deben usar de forma moderada. En otoño además, cuando la piel ya se enfrenta de por sí a cambios bruscos de temperatura, es mejor espaciar las exfoliaciones a una vez por semana o cada diez días. Abusar de ellas debilita la barrera cutánea y puede provocar descamación y sensación de piel envejeciendo prematuramente.
No te saltes el protector solar
Que el día esté gris no significa que el sol no esté actuando. Los rayos UV atraviesan las nubes sin problema y acaban llegando a la piel, aunque no lo notes. Poco a poco van alterando su equilibrio y debilitando la barrera que la protege. Por eso los dermatólogos lo repiten una y otra vez: el protector solar no es solo para el verano. También en otoño, también en invierno. Usarlo cada mañana es lo que ayuda a frenar manchas, arrugas y esa sensación de piel envejeciendo que aparece casi sin darnos cuenta.
Mantente hidratado por dentro
Beber agua de forma constante es un gesto tan básico como efectivo. La hidratación interna se refleja en la elasticidad y el brillo del rostro. Una piel seca por dentro muestra arrugas antes y da la impresión de piel envejeciendo incluso aunque seas joven.
Controla los factores ambientales
El otoño trae consigo calefacciones, aire seco y contaminación urbana. Todo ello afecta al equilibrio natural de la piel. Usar humidificador en casa, evitar duchas demasiado calientes y protegerse del humo y la polución ayuda a reducir la agresión externa que eleva el pH y acelera los signos de envejecimiento.
En definitiva, cuidar el pH no es una moda ni un detalle menor. Es lo que permite que la piel aguante mejor los cambios de estación y no se resienta con cada bajada de temperatura o con el aire seco de la calefacción. Igual que sacamos la chaqueta del armario cuando llega el frío, la rutina de cuidado también necesita ajustes. No hace falta llenarse de botes nuevos, basta con elegir bien: productos respetuosos, una buena hidratación, protector solar a diario y pequeños gestos que eviten esa sensación de piel envejeciendo antes de tiempo.