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El agua es un recurso vital para la vida, pero también es un ingrediente muy común en la industria cosmética. Según algunos estudios, el agua representa entre el 60 y el 95% de la composición de la mayoría de los productos de belleza, desde cremas y sérums hasta champús y colonias.
Sin embargo, el uso del agua en la cosmética tiene varios inconvenientes, tanto para el medio ambiente como para la salud y la eficacia de los productos. Por ello, parece que se impone últimamente la llamada cosmética «waterless» o cosmética sin agua. Veamos en qué consiste y por qué elegirla.
Problemática del agua en el uso de cosméticos
Por un lado, el agua es un recurso escaso y limitado, cuya demanda crece cada año debido al aumento de la población, el desarrollo económico y el cambio climático. Según la ONU, se prevé que para el año 2050, el 25% de la población mundial vivirá en países con escasez crónica o recurrente de agua dulce. Por lo tanto, es necesario optimizar el consumo de agua y reducir el impacto ambiental de la industria cosmética, que se estima que genera unos 142 mil millones de litros de agua residual al año.
Por otro lado, el agua en los productos cosméticos puede afectar a la calidad, la seguridad y la efectividad de los mismos. El agua es un caldo de cultivo para las bacterias, los hongos y otros microorganismos, por lo que se requiere el uso de conservantes químicos para evitar la contaminación y la alteración de los productos. Sin embargo, algunos de estos conservantes pueden tener efectos nocivos para la salud, como irritación, alergias, alteraciones hormonales o incluso cáncer. Además, el agua puede diluir la concentración de los principios activos de los productos, disminuyendo su potencia y su beneficio para la piel y el cabello. Asimismo, el agua puede resecar la piel y el cabello al evaporarse, arrastrando consigo los aceites naturales que los protegen e hidratan.
Qué es la cosmética «waterless»
Ante esta situación, surge una nueva tendencia en la cosmética: la cosmética “waterless” o sin agua. Esta tendencia consiste en elaborar productos que eliminan o disminuyen al mínimo el uso de agua en su formulación, reemplazándola por otros ingredientes de origen natural, más concentrados y beneficiosos para la piel y el cabello, como aceites vegetales, extractos botánicos, mantecas, ceras, polvos o sólidos.
Estos productos presentan varias ventajas frente a los cosméticos convencionales que utilizan agua como base o diluyente:
- Son más ecológicos y sostenibles, ya que contribuyen al ahorro de agua, un recurso cada vez más escaso y valioso, reducen el desperdicio y el uso de envases plásticos, que generan residuos y contaminan el medio ambiente, y minimizan la contaminación del agua residual, que puede afectar a la salud y a la biodiversidad.
- Son más seguros y saludables, ya que no requieren o requieren en menor medida el uso de conservantes químicos, que pueden provocar alergias, irritaciones, sensibilidad o alteraciones hormonales, y que pueden ser perjudiciales para el medio ambiente. Además, al contener ingredientes más naturales, respetan el equilibrio y la función de la piel y el cabello, y previenen el envejecimiento prematuro.
- Son más efectivos y potentes, ya que al tener una mayor concentración de principios activos, que son los que aportan los beneficios y propiedades a los productos, tienen una mayor capacidad de penetración y absorción en la piel y el cabello, y ofrecen resultados más visibles y duraderos. Así, se consigue una mayor eficacia con una menor cantidad de producto.
- Son más prácticos y versátiles, ya que al tener una mayor durabilidad, no se estropean ni caducan tan fácilmente, ocupan menos espacio, son más fáciles de transportar y de aplicar, y se pueden adaptar a diferentes usos y necesidades, según el tipo de piel, cabello, clima o preferencia personal.
La cosmética “waterless” o sin agua es una tendencia que tiene su origen en Corea del Sur, el país que marca la pauta en innovación y desarrollo de productos de belleza, y que se ha extendido por el resto del mundo en los últimos años, gracias a sus múltiples beneficios y ventajas.
Qué productos cosméticos «waterless» podemos encontrar en el mercado
Algunas de las marcas pioneras en esta tendencia son Lush, que ofrece una amplia gama de productos sólidos, como champús, acondicionadores, jabones, exfoliantes, desodorantes o dentífricos; aN-hydra, que se especializa en productos en polvo, como limpiadores, mascarillas, hidratantes o maquillaje; o Sarah Becquer, que apuesta por los aceites vegetales, como el de argán, el de rosa mosqueta, el de jojoba o el de almendras dulces, para el cuidado de la piel y el cabello.
La cosmética “waterless” o sin agua es una opción cada vez más demandada por los consumidores, que buscan productos de belleza más respetuosos con el planeta, más seguros para la salud y más eficaces para el cuidado personal. Se trata de una tendencia que no solo es buena para la piel, sino también para el medio ambiente y la sociedad, ya que contribuye a preservar el agua, el recurso más preciado de la vida.