La noticia ha sorprendido a muchos: Helen Lindes, modelo y madre de tres hijos, ha compartido en sus redes que ha sufrido una pérdida repentina de visión. ¿Podría estar relacionado con su reciente tercer parto? Ella misma se lo plantea, barajando si se trata de cambios hormonales del posparto, un problema vinculado al envejecimiento ocular, o quizá a algo más profundo. Su testimonio ha abierto un necesario debate: ¿cuánto sabemos sobre las consecuencias del posparto en la salud de la mujer?
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Aunque parezca extraño, el posparto puede afectar a la vista. Tal como explican los especialistas, los cambios hormonales, las alteraciones del flujo sanguíneo en la retina, o incluso el aumento temporal de la miopía, son fenómenos más comunes de lo que se cree. De hecho, en muchos casos, la miopía regresa a su estado anterior una vez finalizada la lactancia. Sin embargo, cuando se produce una pérdida de visión repentina, siempre se recomienda consultar de inmediato con un oftalmólogo.
Pero más allá de los síntomas concretos, el caso de Lindes subraya una realidad poco visibilizada: el posparto sigue siendo una etapa desatendida en el sistema de salud y en la conciencia social.

‘Volverte a ver’: cuidar cuerpo y alma tras el parto
Para profundizar en este tema hablamos con Abigail Núñez de Arenas, matrona, CEO y cofundadora de Bmum, un centro médico pionero en el cuidado integral de la mujer, desde el embarazo hasta la menopausia. Núñez lidera el programa Volverte a ver, recientemente relanzado y enfocado en el bienestar posparto.
Volverte a ver nació con la vocación de ser un espacio de cuidado real para la mujer en el posparto, una etapa muchas veces invisibilizada. En esta nueva etapa, el programa ha evolucionado hacia un enfoque aún más holístico y personalizado, integrando fisioterapia, nutrición, actividad física, estética y apoyo emocional».
Y es que, muchas mujeres llegan a esta fase con dolores físicos, fatiga emocional y una profunda desconexión con su cuerpo. Núñez lo explica con claridad:
«La mayoría de las mujeres sienten culpa por dedicarse tiempo. Por eso trabajamos desde el autocuidado sin culpa, porque cuando una madre se cuida, también está cuidando de su familia».

La salud mental
Aunque Bmum no realiza de momento analíticas específicas para detectar riesgo de depresión posparto, su equipo está muy atento a cualquier síntoma de alerta:
«Priorizamos la detección precoz de signos de depresión o ansiedad, derivando y trabajando con profesionales de la psicología perinatal. Nuestra atención es integral».
Maternidad acompañada
Personalidades como María Pombo, Laura Matamoros o Patricia Montero han confiado en el equipo de Bmum durante sus maternidades. ¿Qué hace diferente su propuesta?
«No tratamos síntomas: acompañamos a personas. Ponemos el foco en las emociones, en la recuperación, en que se sientan escuchadas. Nuestro enfoque es 100% personalizado y eso se nota».

En este centro también se abordan las decisiones más íntimas de la maternidad, como el lugar del parto. Sobre la creciente tendencia de dar a luz en casa, Núñez es clara:
«Cada mujer debería poder decidir cómo, dónde y con quién quiere dar a luz, siempre con información y en un entorno seguro. En Bmum humanizamos el parto hospitalario, creando un ambiente íntimo, cálido y respetuoso».
Recuperarse, sin prisa… como Helen Lindes
El posparto no tiene un calendario único. Algunas madres se quedan un día en Bmum, otras dos o tres. Lo esencial, según Núñez, es que se sientan descansadas, informadas y tranquilas. Y acompañadas, también en la lactancia:
«Apostamos por la lactancia materna, pero asesoramos también en lactancia artificial. Lo más importante es que cada mujer se sienta apoyada sin juicios. El vínculo no se mide en mililitros, sino en presencia».
La experiencia de Helen Lindes ha servido para poner el foco en una etapa de la vida que no termina con el parto, sino que comienza entonces. El cuerpo, la mente y las emociones de una madre necesitan tiempo, comprensión y cuidados reales. No es un lujo, es una necesidad.