En el Día Contra el Cáncer de Mama (el tumor más frecuente entre las mujeres) hemos querido insistir en la importancia del diagnóstico precoz del cáncer de mama para ganar la lucha a esta enfermedad. La doctora Silvia Pérez, jefa de la sección de radiología mamaria en MD Anderson Cancer Center Madrid, nos habla de esta patología y de los aspectos relacionados con su prevención, diagnóstico precoz y tratamiento. Además, asegura que la incorporación de la IA para ayudar a leer mamografías es un abordaje seguro y reduce la carga de trabajo de los radiólogos ya que «las mamografías de cribado normalmente se leen por dos radiólogos de mama, pero como no hay suficientes, el primero es un radiólogo físico y el segundo la inteligencia artificial». ¡Dale al PLAY para no perderte la entrevista completa!
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Pregunta: ¿Podrías decirnos qué clases de cánceres hay?
Respuesta: «Si atendemos sobre todo al tipo inmunohistoquímico, hay cuatro tipos: el luminal A, luminal, B triple negativo y HER2 positivo. Esta clasificación lo que permite es enfocar muy bien la diana a la que vamos a tener que atacar cuando tratemos estos cánceres, que dependen de las hormonas para crecer y entonces se atacan con un tratamiento antihormonal u otras terapias específicas».
P: ¿El tipo de mama de cada mujer puede predecir el riesgo de cáncer de mama?
R: «El principal factor de riesgo para que te toque un cáncer de mama es ser mujer. Hay que decir que los varones también pueden tener cáncer de mama, pero solo un 1%. Hay factores que influyen en la aparición de cáncer de mama como: el estilo de vida, la dieta, el ejercicio, la obesidad, el alcohol, el tabaco, factores hormonales y ambientales, el estrés… Pero, el principal factor de riesgo es ser mujer.
Todas las mujeres nos tenemos que hacer mamografía a partir de los 40 años. Hay que conocer la densidad mamaria que tenemos, porque ahí va a ir el riesgo. Entonces, las pacientes que tienen una mama muy densa son pacientes que tienen hasta cinco o seis veces más riesgo de tener un cáncer de mama que las pacientes que tienen una mama grasa.
Hay cuatro tipos en la mamografía, las que son las más densas de todo, tienen más riesgo y no sólo tienen más riesgo de tener un cáncer de mama, sino que tienen más riesgo de que éste no se detecte cuando les salga porque es una mama más complicada de diagnosticar. Es decir, son cánceres más agresivos que crecen más rápido y que se ven peor».
P: Y en cuanto al diagnóstico del tumor, ¿cuáles son las opciones?
R: «Los radiólogos de mama en este caso jugamos un papel clave porque los evaluamos. La primera prueba que se suele realizar es la mamografía a partir de los 40 años. Y si la mama es densa o muy densa, solemos complementar la mamografía con una ecografía. Y a partir de aquí, el radiólogo es el que va determinando en función de cada paciente, del tipo de mama y de las lesiones que vea o las cosas que vaya encontrando, si necesita alguna prueba más. Normalmente la siguiente prueba que solemos realizar es la resonancia y, a veces, biopsias. Muchas veces estas biopsias son para confirmar que una lesión es benigna. Antiguamente se pensaba que la biopsia se solía hacer cuando ya teníamos un grado de sospecha alto, pero ahora hay muchas veces que es por poner nombre y apellidos a las lesiones y confirmar que algo es bueno.
Hay veces que tenemos casos de pacientes que tienen hasta dos y tres tipos de cáncer diferentes en la misma mama. Entonces, es importante no dejarnos nada fuera del tintero, porque en esa combinación van a estar los tratamientos que van a ser más precisos. Si nosotros dejamos sin diagnosticar una zona que luego es un tumor, el cirujano no la va a poder extirpar y el oncólogo no la va a poder tratar.
Por eso yo siempre digo: «pon un radiólogo en tu vida y que ese radiólogo se haga cargo de tu proceso diagnóstico y te vaya explicando qué ve que no ve, cuál es el siguiente paso». Es muy importante también saber que es fundamental acudir a centros donde haya unidades multidisciplinares, que estamos profesionales de de dentro del cáncer de mama de todos los tipos para entre todos decidir cuáles son los mejores tratamientos para los pacientes».
P: ¿Existen alternativas a la quimioterapia y cirugía convencionales?
R: «Cada vez los tratamientos en el cáncer de mama son menos agresivos. Es decir, estamos asistiendo a un momento fantástico en ese sentido, porque cada vez hay más investigación en tratamientos menos agresivos y en otras alternativas. Y, afortunadamente, el cáncer de mama es de los cánceres de mejor pronóstico que diagnosticado a tiempo se cura. Entonces, ahora ya hay estudios en los que los radiólogos, a través de técnicas percutáneas que son a través de pequeñas incisiones en la piel, conseguimos también tratar estos tumores.
Uno de estos tratamientos consiste en realizar una biopsia como la que hemos hecho en la biopsia diagnóstica al hacer el diagnóstico del tumor, pero con una aguja un poquito más gruesa y conseguir extirpar el tumor si éste es muy pequeño y es de un tipo hormonal sensible a las hormonas que se pueda además tratar con tratamiento antihormonal y, de esa manera, evitar la cirugía.
Y luego están las técnicas que, siendo percutáneas, aplicamos frío o calor en el tumor y lo destruimos sin necesidad de una cirugía. Son técnicas muy sencillas que se realizan con la paciente tumbada en la sala de ecografía que no duelen y que la paciente se va al rato a su casa sin necesidad de pasar por quirófano. Aún así, el mejor tratamiento para evitar tratamientos agresivos es una buena prevención, porque cuanto antes diagnostiques un tumor, menos extendido estará y menos grande«.
P: ¿Cuando una persona tiene un implante hay riesgo de tener un linfoma?
R: «Los implantes. Lo primero es que tienen que saber que el implante no influye a la hora de tener un cáncer de mama o no, es decir, el riesgo de tener cáncer de mama de toda la vida. El convencional es el mismo que las pacientes que no lo tienen y por eso tienen que hacerse su mamografía exactamente igual que el resto de pacientes y la mamografía, que esto también es un mito, no rompe el implante.
Lo segundo es que los implantes se pueden romper y por eso hay que estudiarlos muchas veces. A lo mejor no sólo con mamografía sino también con ecografía, porque además pueden tapar parte del tejido mamario. Y dentro de esas complicaciones añadidas, la más frecuente, aunque es la rotura, puede haber otras menos frecuentes como son el linfoma, que es un linfoma anaplásico de células grandes, un linfoma específico asociado a los implantes mamarios. Entonces, es una complicación rara y poco frecuente, pero que sí que se ha visto. Hay casos suficientes reportados y sobre todo, se asociaban a implantes que llamamos macrotexturados, que eran los que tenían la superficie muy rugosa para evitar que se movieran. Desde que esto ha empezado a pasar, se han incluso prohibido y descatalogado este tipo de implantes en muchos países. Y entonces ahora ya con los implantes microtexturados la posibilidad de que eso pase es menor».
P: Me gustaría que lanzaras un mensaje a aquellas mujeres que padecen esta enfermedad o que pueden llegar a tenerla.
R: «Que no se salten sus revisiones. Lo interesante es diagnosticarlo cuando no se nota una nada. Muchas pacientes vienen y dicen: «ay, es que yo no me noto nada, no puedo tener un cáncer». No funciona así, lo interesante es pillarlo cuando no se palpa nada, cuando ella no se lo ve. Para ello es necesaria la exploración radiológica«.