De todas las figuras que han pasado por Hollywood, pocas han mantenido el legado fitness como el actor Arnold Schwarzenegger. Aunque esta vez no es su físico, sino el de su hijo, Christopher Schwarzenegger, el que ha colmado todos los titulares. Y es que recientemente reapareció con un gran cambio físico. Pero lo que inevitablemente más revuelo ha causado ha sido una de sus declaraciones, cuando afirmó haber perdido más de 10 kilos sólo con quitarse el pan. ¿Qué hay de verdad tras esta afirmación? Los expertos nos lo resuelven.
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Todo tuvo lugar en los Ángeles, durante la cumbre Beacher Vitality Happy & Healthy Summit, un evento centrado en el bienestar físico y mental, organizado por Jeff Beacher. Entre sus asistentes, el encuentro reunió a grandes personalidades como Maria Shriver, Kelly Osbourne y el Dr. Robert Huizenga para debatir sobre la salud física y mental. Y a Christopher Schwarzenegger, claro.

Si bien es cierto que el hijo del icónico actor siempre se ha mantenido lejos de los focos, esta vez ha aparecido con una nueva imagen y una gran historia tras de sí. Tal y como afirmó, no se trata de uno de los cambios exprés de esos que nos crea el ideario de Hollywood.
Seis años de transformación
Su cambio comenzó en 2019, cuando vivía en Australia. «Estaba en este gran viaje… simplemente vi cuánto mi peso me estaba prohibiendo hacer las actividades cotidianas», afirmaba en el foro. Encontró su punto de inflexión a raíz del cual comenzó a combinar dietas con ejercicio. Sin embargo, lo que más sorprendió fue su declaración acerca del «paso milagroso» con el cual empezó a notar cambios significativos.
«Por extraño que parezca, dejé el pan por Cuaresma… Me dije: Bueno, si voy a dejar el pan, más vale que aproveche la oportunidad y soy un buen chico católico, así que no voy a romperla. Y esa era mi única regla. No voy a romper la Cuaresma. Y así perdí 10 kilos sólo con eso», afirmaba.
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Claro que teniendo en cuenta que en la gastronomía española el pan, más que un acompañante, es parte de la comida, estas declaraciones no han pasado ni de lejos inadvertidas. Es más, han sido punto de controversia entre el público y han reabierto un gran debate que llevaba años dormido dentro de nuestra nutrición: ¿realmente el pan engorda?
Lo que opinan los expertos
Sobre si el pan es bueno o malo ya hemos tenido a varios expertos pronunciarse al respecto. Sin ir más lejos, en una entrevista con la revista People, Keri Glassman, conocida por su relación con Isabelle Junot, afirmó que la presencia del pan con moderación en las dietas es factor de riesgo a la hora de cumplir los objetivos.
«Puedes perder peso y aún así comer pan. Una rebanada de pan integral sin azúcar añadida al día está bien cuando la mayoría de la dieta consiste en vegetales, proteínas magras y grasas saludables»

Más aún, cuando la ruptura con este alimento dentro de la dieta supone adquirir hábitos que nos desagradan en nuestra dieta. Si hace poco hablábamos del éxito de la alimentación intuitiva para seguir con éxito (físico y mental) una dieta, Steph Grasso, nutricionista estadounidense y creadora de contenido en TikTok, recalca estos mismos riesgos de no seguir correctamente una dieta acorde a nuestro estilo de vida.
«Restringirte mucho los alimentos que te gustan puede ser contraproducente, y no es una forma muy feliz de vivir»
Algo a tener en cuenta en palabras de la dietista Hannah Janysek es el tipo de grano. A través del portal Cooper Aerobics abordó el debate sobre el pan integral, alegando que «el pan integral, cuando se consume con moderación, no contribuye al aumento de peso y puede ser parte de una dieta equilibrada». Debiendo centrar el enfoque en el origen de la masa para poder incorporar este alimento de forma saludable en la alimentación.

Siguiendo esta línea encontramos la publicación del portal de Quirón Salud sobre las declaraciones de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (Seedo), esta afirma que «las variedades son infinitas, pero en los últimos tiempos el pan integral se ha convertido en una de las opciones más demandadas. Principalmente porque contienen una gran cantidad de fibra (8,5 gramos de fibra por 100 de pan), vitaminas, sobre todo del grupo B, minerales como calcio, hierro, potasio y fósforo, y sustancias antioxidantes gracias a que los cereales integrales conservan su germen y salvado».
Aunque reducir su consumo ayuda a perder peso
En el otro lado de la baraja tenemos a Saúl Sánchez. El nutricionista advirtió por sus redes que, sin entrar en si este alimento puede ser beneficioso o perjudicial, reducir el consumo puede ser de gran ayuda a la hora de reducir de peso de forma sencilla. Tal y como alegaba, «una rebanada de pan tiene aproximadamente 140 calorías. Si acompañas cada una de las comidas principales con una rebanada de pan, estamos comiendo un exceso de 1.500 calorías más o menos a la semana».

Partimos de la base de que adelgazar con éxito parte de la premisa de llevar una dieta con déficit calórico, es decir, consumir menos calorías de las que se queman. Siendo el trigo una fuente de calorías, no tiene por qué ser un inconveniente en la dieta, siempre y cuando se consuma con moderación.
Ahora bien, entramos en otra tónica cuando hablamos de productos ultra procesados como las pizzas o el pan de molde, entre otros productos elaborados con trigo. En estos casos, el enemigo de la dieta vendría dado por otros tantos ingredientes que acompañan las elaboraciones.

Generalmente, a través de la incorporación de azúcares u otras harinas en las masas. Algo que advirtió la nutricionista Isabel Raya en su cuenta de Instagram: «El pan de supermercado se elabora con harinas refinadas y aditivos, y se fermenta rápidamente, lo que lo convierte en un producto poco saludable».