Nos recibe por Zoom desde su casa en Perú. Viste una relajada camiseta de manga corta en color tierra. Presume de su característica y amable sonrisa y de vez en cuando juguetea con su lacio pelo azabache y el mala en teja que cuelga de su cuello.
Carla Zaplana es dietista y nutricionista. Certificada como coach de salud holística por el Institute for Integrative Nutrition de Nueva York, cuenta con una amplia formación en Estados Unidos y en España sobre nutrición basada en vegetales. Es autora de varios títulos de éxito, entre ellos el bestseller Zumos verdes, Batidos Verdes, Come Limpio y Superalimentos. Miles de personas asisten a sus conferencias y formaciones online.
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La popularidad que ha cosechado en los últimos años no le ha arrebatado su honestidad, su calma ni ese apaciguado carácter suyo que la hace capaz de explicar con claridad al público medio los conceptos de nutrición más científicos. En su nuevo libro, Ayuno intermitente saludable, Zaplana nos revela qué tipo de ayuno nos conviene hacer según nuestro estilo de vida y nos da las claves para iniciarnos en esta práctica. Además, nos ofrece sabios consejos para integrar el ayuno en nuestra rutina con seguridad. También nos brinda interesantes estrategias para analizar y comprender las reacciones de nuestro organismo, especialmente en los primeros días. Por otro lado, la autora nos proporciona las claves para distinguir el hambre real del emocional, ideas de ejercicios para hacer en ayunas y 45 recetas sencillas y deliciosas para aprender a romper el ayuno y sentirnos mentalmente ágiles y físicamente ligeras. Sobre todas estas cosas hemos tenido el placer de charlar con ella.
Pregunta: ¿Cuáles son los beneficios del ayuno intermitente?
Respuesta: El ayuno intermitente reduce la inflamación, que es un estado de estrés y degeneración celular. Nos ayuda a retrasar la reducción de telómeros, es decir, a ralentizar los procesos de envejecimiento. Además nos da la oportunidad de dar al organismo un espacio para que pueda poner en marcha sus mecanismos de sanación, reduce la acidificación, reduce los picos de glucemia y pone en marcha la autofagia, que es ese proceso de “autocomerse” de las células. El cuerpo elimina las células dañadas. Hace una especie de “reset”. El ayuno intermitente es un espacio de regeneración.
«El ayuno intermitente es respeto y autoconocimiento. No es pasar hambre. No es ansiedad. Estos son términos que corresponden a la desnutrición».
P: ¿Qué repercusión tiene el ayuno intermitente para nuestro cerebro?
R: Nos ofrece claridad mental. Como cuando te levantas por la mañana te sientes más ligera y activa mentalmente. Es lo que se logra con el ayuno. Si lo haces de forma consciente, te ayuda a respetarte y a entenderte. El ayuno intermitente es respeto y autoconocimiento. No es pasar hambre. No es ansiedad. Estos son términos que corresponden a la desnutrición. El ayuno intermitente es una forma de educar al cuerpo. La nutrición es algo sagrado. Somos más que una moda. Somos mente y emociones.
P: ¿Qué señales puede darnos el cuerpo para saber que necesitamos ayunar?
R: Si no has hecho nunca un ayuno, te diría prueba y observa a ver en qué notas una mejora. Tienes que adaptar el ayuno intermitente a tus necesidades y encontrar el equilibrio. Si tienes gases, digestiones pesadas, si siempre estás cansada, si tienes reflujo, insomnio… algo no va bien. A esto hay que añadir la mala costumbre que tenemos en los países mediterráneos de cenar tarde. ¡Cenar a las nueve ya es cenar pronto y realmente todos deberíamos cenar antes de las ocho porque el organismo está preparado para hacer la digestión durante las horas de luz!
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P: ¿Cómo podemos prepararnos para hacer un ayuno intermitente?
R: Yo te sugeriría adelantar las cenas. Por otro lado, al despertar, tratar de no desayunar “porque toca”. Tómate tu té y tu agua calentita con limón y desayuna cuando de verdad tengas hambre. Tenemos que ser conscientes de que ayunar no es pasar hambre sino dejarnos un espacio.
«A veces es más grande el miedo al monstruo que el monstruo», dice Carla Zaplana.
P: ¿Qué le dirías a quien siente ansiedad por ser incapaz de hacer un ayuno intermitente ahora que lo hace todo el mundo?
R: El ayuno no tiene que ser trágico ni estresante ni causar más ansiedad de la que ya tenemos todos ahora mismo por la situación que estamos viviendo. Tiene que ser de forma gradual. Es un hábito saludable. Si puedes hacerlo todos los días, ¡perfecto! Pero no es un régimen ni una dieta. A veces es más grande el miedo al monstruo que el monstruo. Debemos aprender a nutrirnos de otros alimentos primarios como son meditar, la relación de pareja, estar con tus amigos… Esto también nutre a muchos niveles lo que ocurre es que estamos enganchados al placer inmediato que genera comer algo. Lo que tenemos que entender es que el ayuno intermitente no es pasar hambre. Si nos reeducamos y empezamos a cenar más temprano, a las siete de la tarde, por ejemplo, a lo mejor a las 10 tenemos hambre de nuevo. Pero será un hambre emocional porque seguramente si a esa hora te ofreciese un puñado de espinacas me dirías “esto no lo quiero”. Si tienes hambre de verdad comes lo que sea. El ayuno intermitente es una oportunidad, si te lo planteas de esta manera, de reeducar nuestros hábitos. Es decir, irte a dormir a las doce de la noche, por ejemplo, no es lo más saludable. Así como educas al cuerpo para hacer de vientre antes de salir de casa por las mañanas, también puedes educarlo para hacer un ayuno intermitente.
P: ¿Por qué este boom de repente cuando nunca antes habíamos oído hablar del ayuno intermitente?
R: Porque cada vez se buscan más alternativas a la medicina convencional. Así de claro. Se busca lo natural. El ayuno intermitente no es algo que ha surgido ahora. Ahora se está hablando más pero es una técnica milenaria, una herramienta más. Se ha practicado en muchas religiones y filosofías como método curativo o como una rutina de salud y ahora se están haciendo estudios. Antes era algo intuitivo, de sentido común. Obviamente un gato cuando está saturado no come o se purga. Y no es porque esté enfermo o tenga un trastorno de la alimentación. Nosotros somos animales. Ahora están saliendo estudios que corroboran los beneficios de la autofagia y la cetosis. Por eso se habla más de esto. Además el campo de la nutrición está en auge y parece que cualquier cosa que sale es la panacea. No es así realmente. El ayuno intermitente es una herramienta más y no es la clave ni la solución a tus problemas de salud. La salud vendrá de una buena alimentación y un estilo de vida saludable. Después, si quieres poner la guinda al pastel, puedes hacer ayuno intermitente o tomar agua con limón en la mañana pero no vale hacer ayuno y después tomarte una pizza o una hamburguesa.
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Carla Zaplana ríe. Está claro que para ella el ayuno intermitente no es tendencia. Es herramienta de sanación. Consciencia. Así nos lo ha transmitido y ¿la verdad? Ahora el monstruo no nos da tanto miedo. Se ha sentado a nuestro lado y nos dice «¿y si empezamos a conocernos?».