La exposición resume la historia de una de las marcas más icónicas de la alta relojería suiza, Vacheron Constantin, y se convierte en cita obligada en Madrid para los amantes y coleccionistas de relojes. Se exhiben, nada más y nada menos, que dos siglos de indicaciones retrógradas, presentes desde el siglo XVIII. Esta indicación es toda una proeza técnica y visual pues se caracteriza por no dar la vuelta completa a la esfera, sino que vuelve a su punto de partida y comienza a desplazarse de nuevo. En la actualidad, esta complicación se incluye en las colecciones Overseas y Traditionnelle. Hacemos un recorrido por la exposición descubriendo los tres modelos más codiciados.
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La exposición de relojes con indicaciones retrógradas se puede ver en la boutique de Vacheron Constantin en Madrid. Una de las piezas más antiguas es un reloj de bolsillo de oro amarillo con cronógrafo rampante, de 1894.
Influencias Art Déco
Del siglo XX, concretamente de 1931, se exhibe Brazos al aire. También es un reloj de bolsillo en oro amarillo y se caracteriza por su diseño, influenciado por el Art Déco. En la esfera se puede ver un mago hindú cuyos brazos indican las horas y minutos.
Los relojes Vacheron Constantin con indicaciones retrógradas son muy apreciados por su ingeniería y artesanía, así como por su estética elegante. Estos relojes incorporan movimientos mecánicos complejos que permiten que las agujas retrocedan o salten a su posición inicial después de alcanzar un límite predefinido en la escala. Esta característica no sólo es funcional, sino que también agrega un elemento de fascinación al reloj.
Saltarello, los relojes emblema de Vacheron
En 1997, en el Watches & Jewels de Berlín, se presentó Saltarello, uno de los modelos más emblemáticos de la casa. Su diseño se inspiró en los indicadores de los ascensores mostrando el piso. La hora se ve en una ventana situada a las doce, mientras que una manecilla retrógrada indica los minutos y se mueve a lo largo del arco de 0 a 60, luego retrocede y comienza de nuevo. Ya sólo por verlo en funcionamiento, merece la pena venir a la exposición.
De este modelo en concreto, el 43041, tan solo existen 500 unidades, 200 en oro blanco, 100 en oro amarillo y 200 en oro rosa)
Homenaje al padre del Atlas
Y llegamos al siglo XXI con esta pieza de 2001. Se trata de un tributo al geógrafo Gerardus Mercator, famoso por ser uno de los primeros en utilizar el término Atlas para designar una colección de mapas.
La esfera esmaltada del reloj reproduce un mapa de Europa dibujado por él en el siglo XVI. Es ultraplano, de tan sólo 2,45 mm de grosor y cuenta con doble indicación retrógrada de horas y minutos de movimiento continuo. Otro de los detalles más admirados son sus agujas retrógradas en forma de compás, pues se diseñaron especialmente para esta colección.