Aunque aún quede un largo camino por descubrir y conocer, el joyero de Diana de Gales nos sigue dando sorpresas muchos años después de su fallecimiento. No nos referimos únicamente a sus piezas más icónicas documentadas y vistas en muchos actos oficiales (y no oficiales). También hablamos de los exclusivos accesorios reales que muchas veces no han llegado a ver la luz o solo en contadas ocasiones. Sin ir más lejos, la cruz Attallah de Garrard es una de esas piezas únicas y poco reconocida. Precisamente ahora Sotheby’s la subasta online a partir del 6 de enero y se estima que puede alcanzar un precio de más de 135.000 euros.
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La cruz debe su nombre al fallecido Naim Attallah, exdirector del grupo Asprey & Garrard. Creada en la década de 1920, esta cruz de estética maximalista está realizada con amatistas de talla cuadrada y diamantes. Fue en octubre de 1987, cuando Diana de Gales acudió a la gala benéfica en apoyo de Birthright, organización que trabaja para la protección de los derechos humanos durante el embarazo y el parto.
La princesa Diana lució este colgante con un cordón de perlas y lo combinó con un vestido de terciopelo morado con falda de princesa y manga larga rematada con pequeños volantes. El taller a medida con sede en Chelsea, Catherine Walker & Co, fue el encargado de la confección de ese vestido. A día de hoy, sigue siendo popular entre otros miembros de la Familia Real.
«Las joyas que poseía o usaba la fallecida princesa Diana rara vez salen al mercado, especialmente una pieza como la cruz de Attallah, que es tan colorida, audaz y distintiva», ha explicado Kristian Spofforth, director de joyería de Sotheby’s Londres. «Hasta cierto punto, este inusual colgante es un símbolo de la creciente seguridad en sí misma de la princesa en sus elecciones de vestimenta y joyería, en ese momento particular de su vida».
La relación de Diana con Garrard fue de larga duración, ya que eligió su anillo de compromiso de zafiro y diamante del entonces Royal Jeweler en 1981. A lo largo de los años, continuaría colaborando con Garrard, tomando prestada su cruz de amatista y diamante en muchas ocasiones. Fue bajo su patrocinio que Garrard experimentó un crecimiento continuo, permaneciendo como joyero de la corona hasta 2007.
En la página web de Sotheby’s se presentan todas las características e historia de esta pieza real. Además, en ese mismo enlace, podrás formar parte de la subasta.