Hace unos días reflexionábamos con Estela de Castro sobre los retratos que realizó a los Reyes hace cinco años, marcados por su sobriedad y la ausencia de ornamentos. Hoy, inevitablemente, los comparamos con las imágenes de la icónica Annie Leibovitz, que adoptan un enfoque radicalmente distinto, donde el lujo sutil y el simbolismo juegan un papel protagonista. Exhibidas en la galería de efigies del Banco de España, dentro de la exposición La tiranía de Cronos, estas obras estarán disponibles hasta el 29 de marzo de 2025. En ellas, además del impecable diseño de Balenciaga, es imposible no fijarse en las joyas que luce la Reina Letizia, piezas cargadas de significado especial que narran historias de generaciones pasadas y reflejan un equilibrio entre tradición y modernidad.
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Los retratos de Annie Leibovitz de los Reyes Felipe VI y Letizia, presentados en el Banco de España, distan mucho de la sobriedad de las imágenes capturadas por Estela de Castro en 2019. En esta ocasión, Leibovitz ha optado por una representación más glamurosa, destacando a la Reina Letizia como una estrella de Hollywood, en un juego entre lo clásico y lo contemporáneo.
La elección de Letizia de lucir un vestido negro de tul plisado y una capa fucsia, piezas vintage de Balenciaga, es un homenaje al diseño español de mediados del siglo XX. Sin embargo, son las joyas las que cuentan una historia más profunda.
El anillo de Coreterno, un diseño italiano que combina elementos clásicos y contemporáneos, se ha convertido en una pieza recurrente en el estilo de la Reina, pues siempre lo lleva en su dedo índice, reflejando su gusto por accesorios significativos pero discretos.
«El amor que siempre mueve el sol y las otras estrellas», es el mensaje que lleva grabado este anillo, sacado de la Divina Comedia de Dante Alighieri.
El collar de chatones y los pendientes de Ansorena: joyas con historia
Más allá del anillo de Coreterno, la Reina Letizia lleva para la ocasión un conjunto de joyas que conecta directamente con la historia de la realeza española. El collar de chatones y los pendientes a juego, elaborados por Ansorena, son un legado de Alfonso XIII a la reina Victoria Eugenia. Estas piezas, creadas a principios del siglo XX, representan el esplendor de la joyería real de la época.
El collar, compuesto por diamantes perfectamente engarzados que parecen flotar en el cuello, y los delicados pendientes que lo acompañan, fueron regalos de Alfonso XIII a su esposa como muestra de amor y lealtad. Este conjunto ha sido heredado a lo largo de generaciones, convirtiéndose en un símbolo de continuidad y tradición. Su inclusión en el retrato oficial refuerza la conexión de Letizia con el pasado, mientras redefine su rol como una reina contemporánea.