En noviembre de 2019 Estela de Castro asumió un reto histórico: retratar a la familia real, los Reyes Felipe VI y doña Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Casi cinco años después, esta fotógrafa madrileña no sólo es un referente en el mundo del retrato, sino también en la fotografía comprometida con causas sociales y medioambientales. Durante su participación en Fujikina Barcelona, el prestigioso festival europeo de fotografía organizado por Fujifilm, ha compartido escenario con gigantes como Martin Parr y Cristina de Middel, consolidando su proyección internacional tras el éxito cosechado en Estocolmo y Berlín. Hablamos con la retratista para conocer su trabajo más de cerca.
«Desde pequeña, mi padre, quien era aficionado a la fotografía, solía hacernos muchos retratos a mí y a mi hermana. A los 12 años decidí que quería ser fotógrafa», confiesa. Su pasión nació en la intimidad familiar y creció hasta convertirla en una artista que encuentra en el retrato una forma de expresar su visión del mundo. «Durante años perseguí la idea de capturar el alma de las personas que fotografiaba, pero con el tiempo me di cuenta de que lo que realmente capturo es mi propia forma de ver el mundo», reflexiona.
Su encargo de retratar a la Familia Real fue un punto de inflexión en su carrera. Estela se enfrentó al desafío con sensibilidad y profesionalismo, aportando su sello personal. Aunque se le pidió que los retratos fueran verticales, en color y mirando a cámara, uno de los resultados más destacados fue un retrato en blanco y negro, en horizontal, de las hijas de los Reyes, que inicialmente fue un obsequio personal y terminó publicándose.
La sesión se llevó a cabo con un enfoque minucioso y una atención extraordinaria al detalle, cumpliendo con las directrices oficiales pero también dejando espacio para su creatividad ante los Reyes Felipe VI y doña Letizia. «Fue un gran reto porque no había hecho muchos retratos de grupo antes. Aunque tuve libertad para elegir el lugar, la cámara y la iluminación, había ciertas directrices claras», explica.
«El ángulo y la altura de la cámara son cruciales en mis retratos»
La fotografía de Estela de Castro se caracteriza por su capacidad de narrar historias a través de la luz y la composición. «El ángulo y la altura de la cámara son cruciales en mis retratos. Si tomo la foto desde un ángulo inferior hago que la persona parezca más empoderada; si la tomo desde un ángulo superior puede hacerla ver más vulnerable. Personalmente, prefiero disparar desde abajo, lo que creo que da a mis retratados una presencia más fuerte», detalla.
El compromiso social también ha marcado su trayectoria. Tras quedar profundamente impactada por la imagen de un bombardeo en Siria, decidió crear un proyecto solidario junto a otros fotógrafos, recaudando fondos para apoyar iniciativas humanitarias. Una de las acciones más destacadas fue repartir cámaras desechables entre refugiados en países de tránsito como Siria, Afganistán y Ghana, permitiéndoles documentar sus propias vidas. Este proyecto comenzó como 33.293, en honor a las personas fallecidas intentando llegar a Europa, y actualmente lleva el nombre 52.760, en función de las cifras actualizadas de víctimas.
«¿Un sueño por cumplir? Fotografiar a Joaquin Phoenix»
El interés de Estela no se limita a los retratos humanos y la familia real. Su trabajo con animales también es un reflejo de su sensibilidad. Ha fotografiado perros, gatos y aves, destacando las dificultades de trabajar con especies tan impredecibles como los gatos. «Ellos deciden si quieren cooperar o no, y si no están de humor, no hay manera de obligarlos», recuerda con humor.
Su activismo animal también la ha llevado a adoptar un enfoque ético en su vida, influida por figuras como Joaquin Phoenix, cuyo documental sobre maltrato animal la impulsó a dejar de consumir carne. Estela sueña con fotografiar al actor y a Ángela Molina, a quien considera una figura icónica.
«La habilidad del fotógrafo es esencial para sacar lo mejor de cada persona»
Para Estela, la fotografía es una forma de conectar de manera sincera con el mundo. «No creo en la fotogenia, sino en la habilidad del fotógrafo para sacar lo mejor de cada persona», explica. En su técnica, prioriza la luz natural y la composición equilibrada, evitando forzar emociones exageradas en sus sujetos.
Actualmente, trabaja en nuevos proyectos, como su serie Aves, que refleja su interés por la naturaleza y los pequeños detalles. «No necesito títulos rebuscados para transmitir la esencia de lo que hago», asegura, reafirmando su estilo directo y honesto.
Con una trayectoria marcada por la búsqueda de la conexión humana, el compromiso social, la familia real y la experimentación creativa, Estela de Castro continúa dejando huella en el mundo de la fotografía. Sus imágenes son más que simples retratos: son reflejos de su visión única, de su sensibilidad y de su inquebrantable deseo de aportar al mundo a través del arte.