Hace cuatro años que Gucci sorprendió al mundo de la alta joyería con una colección a la que denominó Hortus Deliciarum, el Jardín de las Delicias en latín. Desde entonces, ha ido añadiendo nuevas piezas y las últimas en unirse a la familia provocan a todo aquel que las observa el síndrome de Stendhal. Y es que, inevitablemente, el rítmo cardíaco se acelera al contemplar su belleza extrema. Las nuevas joyas de Gucci es artesanía italiana en estado puro cuyos diseños evocan el arte de viajar en el sentido más onírico, pues son los colores y la luz de las gemas las que nos transportan a los lugares más hermosos del planeta.
Belleza prismática
Collares, pulseras, pendientes y anillos amplían la colección Hortus Deliciarum. Responsables de la marcan nos explican que «cada gema se ha seleccionado meticulosamente por su calidad y singularidad para reflejar la minuciosa atención a los detalles». De tal manera que representan un arcoíris de piedras preciosas a favor del concepto de belleza prismática.
Una de las piezas que más ovaciones ha recibido es este anillo que se coloca en varios dedos. Para su creación se necesitaron más de 100 horas de trabajo. Está elaborado en oro amarillo y presenta una vibrante piedra de turmalina verde de 38,8 quilates rodeada de diamantes.
Esta pulsera de oro amarillo, adornada con diamantes en espiga y una rubelita ovalada de 16 quilates, llevó a los artesanos más de 200 horas de trabajo.
Tampoco faltan las esmeraldas engastadas, ni los diamantes en forma de lágrima, ni las cadenas geométricas. Elegancia retro y glamourosa que bien recuerdan a los locos años 20.
En esta colección de joyas, Gucci ha vuelto a apostar por una técnica característica del s. XIX, que permite dar vida a pequeños elementos que se montan sobre muelles.
Como hemos comentado al principio, el color también define las nuevas piezas de la colección, pues algunas se inspiran en la India y sus verdes jardines, creando alta joyería alegre y vívida. Sin olvidar los códigos modernistas de la década de los años 20 y 30 en un juego funambulista en contraste con formas arquitectónicas nítidas.
Place Vendôme
Todas las joyas de esta colección se encuentran únicamente en la boutique de Gucci de París, en Place Vendôme. Un espacio que ha sido diseñado para dar el máximo esplendor a las joyas.