Pocas joyas tiene tanto valor simbólico como las coronas, pero pocas veces nos preguntamos por su origen. Las coronas, al igual que los anillos de compromiso, tienen una historia que las hace únicas y que las convierte en un objeto cargado de significado. Hoy en COOLthelifestyle, te contamos la historia de las coronas y algunas curiosidades.
La corona
La corona ha acompañado a reyes y reinas a lo largo de la historia. Es un elemento decorativo que simboliza poder y divinidad. Desde su origen, su forma y significado ha evolucionado significativamente. Si quieres conocer su historia, sigue leyendo.
Historia
En la era primitiva, donde podemos situar su origen aproximadamente, las coronas eran sencillas, formadas únicamente por una rama unida en los extremos y decorada con diversas flores.
En Egipto se utilizaban pétalos de rosas y se las conocía como coronas sutiles. También las había de espigas y de frutos ofrendados a las divinidades. Las más empleadas eran de olivo, encina, vid y hiedra, pero también había de hojas artificiales, láminas finísimas de cuerno coloreadas y trozos de seda.
Poco a poco se fue pasando a las coronas de flores de madera, utilizando negras y finas láminas de madera de árboles como el ébano.
La corona y el anillo han simbolizado siempre la realeza y la autoridad política y religiosa debido a una circunstancia particular: el prestigio y las misticidad del círculo, considerado un símbolo divino.
Egipcios, babilonios, asirios, y muchos pueblos, casi todos, de la Antigüedad reflejaban con la corona el poder.
En el tiempo se fue alternando con la diadema, la tiara y cintas frontales, pero estos elementos derivaban del hecho de ser circulares, de rodear la cabeza de quien ostentase la divinidad y dignidad. Ya entonces se empezaron a fabricar en metal y oro con adornos de pedrería y gemas que reflejaban la luz y el sol.
Curiosidades
En el siglo XVII y XVIII, la mujer que aceptaba ser cortejada por un hombre debía colocarle una corona de rosas blancas. Si estaba dudosa con respecto a aceptar o no la relación se colocaba una corona de margaritas. Y es que de ahí viene la práctica de deshojar una margarita con el ‘me quiere, no me quiere, me quiere, no me quiere…».
Los egipcios usaban dos tipos de corona: roja para simbolizar la dominación de las tierras del Norte y blanca para las tierras meridionales. Rojo es el sol al ponerse y blanco el amanecer, en última instancia era como decir que el faraón dominaba la tierra y su tiempo.
El pueblo griego decoraba sus tumbas con coronas y guirnaldas de hierba y flores, de aquí es de donde viene la tradición de colocar una corona funeraria en la tumba de un fallecido. A su vez los griegos colocaban una corona decorada con flores en la cabeza de los niños al cumplir los tres años, simbolizando la alegría al haber superado los infantes el periodo crítico y en la de los portadores de buenas noticias o mensajeros de grandes hechos.
Para los romanos la corona de la laurel era de las más preciadas debido al prestigio de este árbol y la creencia de que sus hojas otorgaban el don de la profecía.