Un Rolex es de un símbolo de estatus universal y se encuentra entre los artículos de lujo más codiciados y reconocibles del planeta. Sin embargo, la locura por los relojes Rolex nunca ha sido tan grande como ahora, especialmente la de sus modelos deportivos, cuya demanda es infinitamente superior a la oferta. Los consumidores acuden en masa a comprar el último modelo sabiendo que se trata de un producto cuyo valor no se devalúa con el tiempo. Pero, ¿por qué es tan difícil conseguir un Rolex?
Debido a su limitada comercialización en puntos de venta, la reventa de modelos de Rolex vintage se ha disparado. La marca ha experimentado un 295% de aumento en su valor en la segunda mano respecto al precio que tienen sus relojes en tienda.
Dentro del mundo de la relojería se considera vintage a un reloj que tiene, al menos, 25 años. Cuando alcanzan esa edad, suelen tener un mayor valor, ya que quedan menos existencias y son pocos los que están en condiciones dignas. Sin embargo, no todo está relacionado con la antigüedad. Hay relojes Rolex que aún no son antiguos pero que sí son difíciles de encontrar. Por ejemplo, aquellos en los que su número de referencia no ha estado mucho tiempo en producción.
Un reloj que sirve como ejemplo perfecto es la referencia 16610LV Submariner (apodado ‘Kermit’), que se lanzó en 2003 para el 50 aniversario del Submariner, pero se suspendió en 2010. Fue el primer Submariner en presentar su icónico bisel de aluminio verde.
Ahora bien, ¿qué hace que los precios de los relojes Rolex sean tan altos?, ¿es realmente caro comprar uno?, ¿por qué es tan difícil conseguir un Rolex? Además de su avanzada tecnología y los niveles inmaculados de acabado de cada modelo, la propia marca Rolex está acompañada de un gran prestigio a nivel mundial. Es sinónimo de excelencia, éxito, lujo y exclusividad. Producir un reloj de esta calidad es muy costoso, y comprar uno supone una inversión. Hay muchos fabricantes que cobran mucho más por sus relojes que Rolex, sin embargo, son conocidas las largas listas de espera que hay para conseguir muchos de los modelos de Rolex, cosa que no sucede con muchas marcas.
Las primas que la gente está dispuesta a pagar por saltarse esa lista de espera permite saber que son muchos los que valoran un Rolex más allá de su valor monetario.
Rolex gastó millones en investigación y desarrollo para perfeccionar cada aspecto y componente de sus relojes. Ello dio lugar a una serie de innovaciones, como una gama de materiales y lubricantes patentados, especialmente diseñados para la longevidad y el rendimiento del reloj. Ya pueden estar sujetos a las enormes presiones que se encuentran en las profundidades del océano o a las temperaturas extremas en la cima de una montaña, un reloj Rolex seguirá funcionando.
Asimismo, Rolex desarrolló una aleación para sus espirales, denominada Parachrom, que es antimagnética y ofrece una mayor resistencia a los golpes y a variaciones de temperatura. Pero no sólo eso, también produjo Cerachrom, un tipo de material utilizado para biseles e inserciones a prueba de arañazos y decoloración. Asimismo, y a diferencia de casi todos los demás fabricantes, Rolex utiliza acero inoxidable 904L, un material increíblemente fuerte que mantiene un pulido como ningún otro. Además, Rolex es una de las pocas compañías que crea y construye cada uno de sus movimientos internamente, en lugar de comprar calibres genéricos y modificarlos.
Con todo ello, no es de extrañar que la demanda de Rolex sea tan grande, superando en muchas ocasiones a la oferta existente.