Abrir un reloj de IWC Schaffhausen no es sólo observar un mecanismo; es adentrarse en un universo de precisión y artesanía que ahora apunta más allá de nuestro planeta. Durante nuestra última visita al equipo de la marca suiza, nos guiaron a través de uno de sus secretos mejor guardados (el calendario perpetuo, considerado una de las complicaciones, o funciones, más sofisticadas de la alta relojería). Ahora, nos presentan su acuerdo con Vast, la empresa que construye la primera estación espacial comercial del mundo. Una colaboración pionera que pondrá a prueba los relojes de IWC en condiciones extremas, llevando la relojería suiza a un territorio inexplorado: el espacio.
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El calendario perpetuo
«La indicación de las fases de la Luna es tan precisa que sólo se desviará un día tras 577,5 años»
«El calendario perpetuo tiene un programa mecánico inteligente que reconoce automáticamente la duración de los distintos meses e incluso cuenta los años bisiestos, añadiendo cada cuatro años un día a finales de febrero. La indicación de las fases de la Luna es tan precisa que sólo se desviará un día tras 577,5 años», nos explicaron mientras explorábamos los engranajes y ruedas de un ejemplar en funcionamiento.

Kurt Klaus, el relojero que desarrolló este sistema en los años 80, diseñó un mecanismo que mantiene la hora exacta pese a las variaciones, haciendo que ajustar la fecha sea tan sencillo como girar la corona. Algunos modelos incorporan incluso una corredera de siglos, mostrando la fecha correcta hasta 2499. «Tener más rubíes no hace a un reloj necesariamente mejor, pero sí reduce la fricción entre los puntos de desgaste», nos detallaron, mientras subrayaban que el magnetismo sigue siendo uno de los grandes enemigos de cualquier reloj mecánico.

Para los amantes de la relojería, los modelos Grande Complicación tienen cronógrafo, calendario perpetuo y repetición de minutos: «Al oprimir un botón, el reloj reproduce horas, cuartos y minutos; la armonía de estas funciones es la máxima expresión de nuestra artesanía», añadieron.
Viaje al espacio
«Un reloj mecánico que muestre la hora de nuestro planeta puede conectar emocionalmente a los astronautas con su hogar”, Chris Grainger-Herr, CEO de IWC
Y si la alta precisión en la Tierra ya es impresionante, IWC ha dado un paso aún más ambicioso: asociarse con Vast, la empresa que está construyendo la primera estación espacial comercial del mundo, Haven-1. Max Haot, CEO de Vast, lo explica: «Nuestra colaboración será un hito histórico en la evolución de los relojes preparados para vuelos espaciales. Capturan el espíritu de exploración y descubrimiento que compartimos».

Vast lanzará primero Haven Demo, un banco de pruebas orbital para testear tecnologías de estaciones espaciales. Durante las misiones en Haven-1, los relojes IWC no sólo medirán el tiempo: serán un puente emocional entre los astronautas y la Tierra.»Durante las futuras misiones espaciales de larga duración, un reloj mecánico que muestre la hora de la Tierra también puede ser el objeto que conecte emocionalmente a los astronautas con su hogar», señala Chris Grainger-Herr, CEO de IWC.

Los prototipos de IWC se someterán a vibraciones simuladas de lanzamiento y a pruebas de compatibilidad de materiales, replicando las exigencias del espacio. La colaboración marca uno de los hitos más recientes de la marca suiza, combinando ingeniería, innovación y lujo en una misión que lleva la relojería más allá de la Tierra
