No hay accesorios que resulten más apetecibles que los relojes, especialmente si hablamos de las versiones más exclusivas de Breitling. Pensamos, por ejemplo, en sus tres nuevos modelos de tourbillon en oro rojo de 18 quilates, oro blanco de 18 quilates y platino. Hablamos de sus cronógrafos más caros (hasta el momento) de la firma relojera suiza. La Premier Tourbillon es una línea para los amantes y grandes coleccionistas de relojes. «La serie Premier B21 Chronograph Tourbillon 42 es la expresión perfecta del diseño y los conocimientos de Breitling», afirma Georges Kern, CEO de la firma relojera. Nombrados por cada uno de los fundadores de Breitling, Leon, Gaston y Willy, los tres cronógrafos presentan los pulsadores rectangulares y los números arábigos que caracterizan a la exclusiva serie.
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El diseño de la esfera y la combinación de los números y los colores armonizan a la perfección con el magnífico tourbillon. Este acapara todas las miradas en las 12. El fondo de la caja, al descubierto y de cristal de zafiro, está curvado para poder apreciar el movimiento del calibre B21, cuya pesa oscilante y tourbillon aparecen contrastando en oro de 18 quilates.
La firma relojera ha trabajado con la manufactura de movimientos suiza La Joux-Perret para fabricar el elegante movimiento del B21, que compagina de forma especial un tourbillon con un reloj para hacer de estos cronógrafos unos Breitling inimitables.
El Premier B21 Chronograph Tourbillon 42 Léon Breitling se presenta en una caja de oro rojo macizo de 18 quilates con esfera plateada y brazalete de piel de aligátor semibrillante marrón.
El Premier B21 Chronograph Tourbillon 42 Gaston Breitling se caracteriza por su caja de oro blanco macizo de 18 quilates con una esfera antracita y una correa de piel de cocodrilo negra.
Finalmente, el Premier B21 Chronograph Tourbillon 42 Willy Breitling combina una espectacular esfera azul platino y un brazalete de piel de cocodrilo negra. Al igual que las otras variantes, este cronógrafo puede intercambiarse por una correa de piel de cocodrilo marrón.
Los tres cronógrafos miden 42 mm y mantienen prácticamente intactos todos los detalles de la serie Premier, incluidos los números arábigos y los pulsadores cuadrados. Esta colección, presentada en 1943, fue el revulsivo de Willy Breitling contra la austeridad durante la Segunda Guerra Mundial. Era una época en la que los relojes eran herramientas profesionales utilizadas por pilotos, navegantes e ingenieros. Actualmente, esa huella perdura en todos los modelos de la línea.
Con un espíritu renovado, el Léon y el Gaston tienen un precio de 56.000 euros cada uno. En cambio, el Willy de platino alcanza los 66.000 euros. En definitiva, estos tres nuevos cronógrafos representan ahora los relojes más caros que Breitling ha puesto a la venta. En su página web, encontrarás todos los detalles sobre estos exclusivos accesorios.
