La reciente subasta de una serie de joyas de Andrew Grima de la década de los años 60 ha atraído a muchos coleccionistas, pues, en muy contadas ocasiones, se pueden adquirir piezas originales de este joyero anglo-italiano, considerado el padre de la joyería moderna. Se convirtió en el joyero de referencia de la alta sociedad, contando entre su clientela de élite a la Reina Isabel II y a Jackie Kennedy. Hoy en día, los diseñadores Marc Jacobs y Miuccia Prada, son ávidos coleccionista de Adrew Grima y el Museo V&A, en Londres, exhibe de manera permanente algunas de sus joyas relevantes. Recordamos su historia a través de sus joyas.
El especial broche de la princesa Margarita
A principios de la década de los años 60 fue galardonado con el Premio Duque de Edimburgo al Diseño Elegante y es entonces cuando abrió las puertas de su boutique en la calle Jermyn de Londres.
Uno de los invitados de honor el día de la inauguración fue Lord Snowdon, entonces marido de la princesa Margarita, quien se convirtió en su mayor admirador. Los diseños de Grima supusieron una auténtica revolución en la alta joyería gracias al uso de grandes piedras preciosas y coloridas, consiguiendo 11 premios de Beers Diamonds, los Oscar de la joyería, un número insuperable por cualquier otro joyero, antes y después.
La marca cuenta que en 1967, la princesa Margarita envió a Grima un paquete que contenía un trozo de liquen, que había encontrado en un paseo por Balmoral, y una carta en la que le preguntaba si podía fundirlo en oro.
Grima contestó a la princesa Margarita concediendo sus deseos, explicándole que haría su joya por una suma simbólica de 1 libra esterlina, pues así podía registrarla como una venta. En la foto superior se puede ver a la princesa Margarita con un broche de liquen de Andrew en un retrato familiar de 1967.
Buen conocedor de la La Guía de Etiqueta y Modales de Debretts, Grima se adentró en la familia real y diseñó para la Reina Isabel el broche Ruby Venus, que fue un regalo del príncipe Felipe.
También creó piezas para la princesa Ana y Diana. El brazalete de la foto superior, de 1998, es de oro, diamantes y citrino.
Sobre el tiempo
Otro de los capítulos más importantes de Grima fue cuando Omega le encargó una colección de relojes en 1969. La marca creó ‘About time’ y se exhibió en la Expo de Osaka, en Japón.
El reloj ‘Greeland’ se compone de un brazalete de oro pulido y una esfera de turmalina rosa, un claro ejemplo de joyería moderna.
Andrew Grima también se ganó el título del ‘Rey del Bling’ por su manera de trabajar el oro, ofreciendo texturas nunca antes vistas. De ahí que sus joyas sean el inicio de una nueva era.
‘A Tale of Tahiti’
Andrew rompió las reglas con su manera de trabajar las perlas. Presentó en 1974 una colección llamada ‘A Tale Of Tahiti’ y su innovador uso de perlas grandes cultivadas cautivó a la alta sociedad. Los ‘arcos gótico’ que suspenden las perlas son de oro blanco texturizado y diamantes.
Andrew Grima en la actualidad
Hace un par de años que la familia de Andrew Grima publicó un libro donde se explican estos y muchos otros detalles de la carrera del joyero, el padre de la joyería moderna. Incluye bocetos, diseños y fotografías nunca antes vistos de los archivos de Grima. Esta publicación es considerada imprescindible para los amantes del arte y la joyería.
Tras la muerte de Andrew Grima en 2007, su mujer Jojo y su hija Francesca, están al frente de la marca, creando joyas a mano y originales. Cada año presentan una colección limitada de unas 20 o 30 piezas.
