Un coche japonés que en su época parecía una promesa y hoy se subasta por cifras que quitan el hipo: estamos hablando del Toyota 2000GT, la visión deportiva de Toyota que apareció por primera vez en el Salón del Automóvil de Tokio de 1965 y que, por gracia de su diseño, su rareza y su historia (incluida una aparición cinematográfica), se ha convertido en una de las piezas más codiciadas del coleccionismo automovilístico. ¿Por qué un modelo nacido en los años sesenta vale hoy tanto como una casa? Aquí lo contamos.
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El Toyota que hoy vale más de un millón de euros
Tras la celebración del Gran Premio de Japón de 1964, Toyota quiso romper con su imagen de fabricante práctico y conservador y encargar un coche que pudiera competir, en aspiración y en presencia, con los grandes deportivos europeos.
El proyecto se puso en manos de Shoichi Saito como jefe de proyecto, y la idea se materializó con rapidez: Yamaha colaboró estrechamente en el desarrollo y el prototipo original, identificado como 280 A1, fue mostrado públicamente en el 12º Salón del Automóvil de Tokio en 1965. Aquel prototipo dejó claro que Japón también sabía concebir un gran turismo con argumentos para mirar a Europa a los ojos.

Diseño y fabricación: arte y técnica a mano
El 2000GT no fue un producto de línea. Su silueta larga y baja, con reminiscencias del Jaguar E-Type pero con un trazo propio, fue obra colectiva: el diseño exterior se atribuye a Satoru Nozaki y al equipo de Toyota, mientras Yamaha se encargó de la ingeniería y la fabricación bajo contrato.
Se construyó sobre un chasis de tipo backbone y recibió un motor en línea de dos litros DOHC (desarrollado por Yamaha) que, en su momento, ofrecía rendimiento y refinamiento. La carrocería y el montaje eran prácticamente artesanales: cada unidad era trabajada con mimo, lo que encarecía la producción y, al mismo tiempo, añadía un aura de exclusividad.

Producción limitada: la base del valor
La historia del 2000GT incluye cifras muy claras: la producción fue extremadamente reducida. Entre 1967 y 1970 sólo se fabricaron unas pocas centenas de unidades, las cifras oficiales suelen moverse entre 337 y 351 coches, dependiendo de qué conteos se tomen (algunas fuentes distinguen unidades de competición, prototipos y road cars).
Ese volumen tan bajo es la primera explicación práctica de por qué, décadas después, cada unidad se cotiza como un clásico de lujo.

El plus cinematográfico: James Bond
Si un coche quiere convertirse en icono cultural, nada como salir en una película inolvidable. El 2000GT aparece en You Only Live Twice (1967), la película de James Bond rodada en Japón: se construyeron dos unidades targa (techo especial) para el rodaje y la presencia del vehículo en el film amplificó su fama internacional.
Ese toque hollywoodiense suma atractivo y, por ende, valor de mercado a las unidades que han llegado hasta hoy.

Prestaciones y credenciales: no era sólo aspecto
Más allá de la estética, el 2000GT era un coche técnicamente avanzado para su época: culata de doble árbol de levas, frenos de disco, suspensión bien puesta a punto, un peso contenido y un equilibrio dinámico que le permitían plantarle cara a deportivos europeos.
Además, Toyota y Yamaha realizaron variantes de competición y pruebas de récord que demostraron que el coche no era sólo carne de escaparate, sino también de circuito.

