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El coche más rápido del mundo cuesta 5 millones y pasa de 0 a 400 Km/h en 8 segundos

coches Koenigsegg
(Foto. Koenigsegg)
Rocío Álvarez
  • Rocío Álvarez
  • Periodista multimedia especializada en belleza, viajes y estilo de vida. Durante mis años de vida, la lectura se ha convertido en una compañera fiel y gracias a ella descubrí mi vocación: crear y transmitir a través de las palabras. Con esta convicción me matriculé para cursar Periodismo en la Carlos III y después de años formándome encuentro mi sitio en el mundo: COOL. ¿Mi ley de vida? Nunca desistas, porque el día que lo hagas siempre pensarás en lo que podría haber sido.
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Hay coches que nacen para ser conducidos, y luego están los que nacen para hacer historia. El Koenigsegg Sadair’s Spear pertenece sin duda a esta segunda categoría. Un hipercoche con nombre de linaje familiar, que rinde homenaje al último caballo de carreras del padre de Christian von Koenigsegg, y que en su rugido encierra la mezcla perfecta entre emoción, tradición e innovación extrema.

Con más de 1.600 caballos, una aerodinámica que parece retar a la gravedad y récords que ya han hecho temblar circuitos legendarios, el Sadair’s Spear no es sólo un coche: es la lanza con la que Koenigsegg vuelve a atravesar la historia del automovilismo.

hipercoche más rápido
(Foto. Koenigsegg)

El hipercoche más rápido del mundo

Koenigsegg siempre ha sido sinónimo de exceso controlado, de ingeniería al límite y de desafíos que parecen imposibles hasta que la marca sueca decide materializarlos.

En 2025, Christian von Koenigsegg y su equipo han vuelto a dejar claro por qué su apellido es reverenciado en el mundo del motor. Su nueva criatura se llama Sadair’s Spear, un nombre cargado de historia personal, pues hace honor al último caballo de carreras del padre de Christian.

hipercoche velocidad
(Foto. Koenigsegg)

El Spear es, ante todo, una declaración de intenciones. Una producción limitadísima de apenas treinta unidades, todas ellas vendidas antes incluso de salir de fábrica, que lo convierten en una pieza de coleccionista destinada a muy pocos privilegiados. Pero más allá de la exclusividad, lo que deslumbra es su propuesta técnica: un motor V8 biturbo de 5 litros con cigüeñal plano capaz de entregar 1.300 caballos en gasolina y hasta 1.625 CV con bioetanol E85.

Cifras de otro planeta que se gestionan gracias a la transmisión Light Speed Transmission de nueve marchas, un prodigio mecánico capaz de cambiar de engranaje de forma instantánea y sin necesidad de volante de inercia.

hipercoche
(Foto. Koenigsegg)

Potencia y ligereza: la receta Koenigsegg

La filosofía del Sadair’s Spear combina dos obsesiones de Koenigsegg: la potencia descomunal y la reducción extrema de peso. En este modelo han logrado rebajar unos 35 kilos respecto al ya radical Jesko Attack, fijando la báscula en unos 1.385 kilos en vacío.

Pero la ligereza por sí sola no basta. El Spear ha sido diseñado como un bisturí aerodinámico. Su carrocería, trabajada al detalle en fibra de carbono, despliega un alerón trasero de doble hoja, flaps frontales ajustables, canards, difusores y entradas de aire que no dejan nada al azar. El resultado: más de 1.700 kilos de carga aerodinámica, lo que le permite pegarse al asfalto incluso en curvas de alta velocidad, sin comprometer la estabilidad en recta.

hipercoche sueco
(Foto. Koenigsegg)

Todo ese trabajo técnico no se queda en la teoría. El Sadair’s Spear ya ha escrito su nombre en la historia con tiempos que asustan. En el circuito sueco de Gotland Ring, conocido como el Nürburgring escandinavo, pulverizó el crono superando al Jesko Attack por más de un segundo.

Y poco después llegó el momento estelar en el Festival de la Velocidad de Goodwood, donde firmó una subida de 47,14 segundos, arrebatando el récord al Czinger 21C y dejando atrás incluso al eléctrico Rimac Nevera.

coche más rapido del mundo
(Foto. Koenigsegg)

Tecnología en cada detalle

La perfección no se limita a motor y aerodinámica. El Sadair’s Spear equipa neumáticos Michelin Pilot Cup2, con la opción radical Cup2R, montados sobre llantas de carbono Aircore en diseño turbina.

La suspensión incorpora amortiguadores Triplex de desarrollo propio con regulación electrónica de altura, mientras que el sistema de frenos carbocerámicos de 410 mm delante y 395 mm detrás garantizan que semejante torrente de caballos pueda detenerse con precisión quirúrgica.

coche más rápido
(Foto. Koenigsegg)

El interior, aunque orientado a la competición, no renuncia del todo al confort moderno. Los asientos de carbono con arneses de seis puntos pueden combinarse con detalles de conectividad como Apple CarPlay y carga inalámbrica. Minimalista, sí, pero sin olvidar que sus dueños no sólo lo pilotarán en pista, sino que lo disfrutarán también como objeto de culto.