Lewis Hamilton, durante el Gran Premio de Azerbaiyán, confesó a los periodistas: «Ya no tengo coches. Me he deshecho de todos. Ahora me gusta más el arte. Si quisiera comprarme un coche, sería el F40. Una bonita pieza de arte». Su garaje, valorado en unos 30 millones de euros, ha sido durante años uno de los más envidiados del paddock.
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El piloto británico de Fórmula 1, a lo largo de los años, ha adquirido algunos de los automóviles más exclusivos del planeta. Entre ellos figuraba el Pagani Zonda 760 LH, una unidad única, pintada en un púrpura especial y hecha a medida para él, que llegó a venderse en torno a los 10 millones de euros.
También tuvo un LaFerrari Aperta, la joya descapotable de la marca italiana, valorada en casi 6 millones de euros, y un Mercedes-AMG Project One, hypercar con tecnología de Fórmula 1 cuyo precio ronda los 4 millones de euros. A su lado, completaba la colección con piezas clásicas de gran valor, como un Shelby Cobra 427 de 1966, cotizado en torno a los 1,4 millones de euros.

Lewis Hamilton y su única obsesión: el Ferrari F40
Hamilton asegura que se ha desprendido de todos los coches, salvo por un deseo que todavía late: el Ferrari F40. El modelo lanzado a finales de los 80, considerado el último Ferrari supervisado por Enzo Ferrari, sigue siendo su debilidad. Con motor V8 biturbo, una velocidad que superaba los 320 km/h y una estética de leyenda, el F40 se ha convertido en un icono del motor. Hoy en día se paga entre 2 y 4 millones de euros, y para Hamilton es más que un coche, es «una pieza de arte».

Esta pasión suya por el F40 va más allá, pues en marzo de este año el piloto británico confesó su deseo de crear un Ferrari inspirado en el mítico F40: el F44, un guiño a su número de competición.
Sergio Ramos, del césped al coleccionismo
Esta pasión por el arte no lo convierte en un caso aislado. Otros deportistas de élite también han mostrado su gusto por la cultura y la creatividad. Es el caso de Sergio Ramos, apasionado del arte y también de la música, quien incluso llegó a lanzar un single que reflejaba esa faceta artística menos conocida del futbolista.

Con Pilar Rubio ha ido construyendo lo que él llama su Sergio Ramos Collection, una selección privada de obras contemporáneas de diversos estilos, artistas emergentes y consagrados. Una de sus primeras piezas relevantes fue Lineage of Continuum de Phil Frost, adquirida en 2019 por unos 40.000 €. Dentro de su colección también se encuentran trabajos de Manuel León Moreno (artista sevillano con quien Ramos mantiene estrecha amistad) y obras de Juan Genovés, Manolo Valdés, Alex Katz, Banksy y Jaume Plensa.