El 20 de febrero es una fecha señalada para nuestra gastronomía, ya que rinde homenaje a uno de los platos más conocidos y celebrados: la paella. Con este motivo, la ciudad de Valencia ha juntado en el World Paella Day a 12 chefs representando a 12 países diferentes para ver quién interpretaría mejor este clásico mediterráneo. Y después del veredicto… ¿Sabías que la mejor paella del mundo la hace un francés?
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Podríamos quedarnos con esta afirmación viendo el resultado del certamen World Paella Day, celebrado ayer en honor al Día Internacional de la Paella. Ahora bien; para tranquilizar a los más puristas de este arte sería más acertado decir que un francés ganó el premio a mejor arroz a la paella. Y también señalar que en este certamen no se permite la participación de chefs nacionales.

Al menos así lleva sucediendo desde hace cuatro años porque, sí, la idea es muestras y catar todo el abanico de posibilidades que puede ofrecer este plato, adoptando los sabores de diferentes culturas. Una iniciativa de Visit Valencia para mostrar la versatilidad de su plato más tradicional y ver cómo, a través de la gastronomía, pueden construirse puentes entre culturas.

Lo que sí que deben tener claro los participantes es que no todo vale para confeccionar una paella «no paella». Lo primero, que una de las normas es que, pese a que la elección de los ingredientes es libre, hay un pilar inamovible, que el arroz sí que debe ser de Valencia. Al igual que ingredientes básicos como el aceite. De ahí en adelante… interpretación de cada chef.

Así que los asistentes al certamen han podido disfrutar de productos tan distópicos en la paella como los higos, el pulpo, la calabaza o la salicornia. Y mucha, sobre todo mucha, emoción. De los participantes, del público, que acompañó a los chefs ondeando banderas.
Y que dejó un tierno momento, reflejo de la cara generacional de la gastronomía, cuando Carlos Iglesias, gallego de nacimiento pero uruguayo de adopción, con sus 94 años subió al escenario a recibir una mención de honor. No era la primera vez que acudía al World Paella Day, primero fue para participar en la edición de 2021, con 90 años, siendo la persona más longeva en participar. Ahora, para acompañar a su nieto, representante de Uruguay en el certamen.

Paella por el mundo
Nuestra gastronomía es la parte más deliciosa de nuestra cultura, un portal que permite conectar culturas a través del paladar. Por eso, y como homenaje al día internacional de la Paella, Visit Valencia invitó a diferentes países a interpretar, a través de sus tradiciones culinarias,, uno de nuestros platos más reconocidos: la paella. Un certamen en el que participaron 12 países semifinalistas y donde, claro, no había participación local. Porque Valencia ejerció su papel de anfitrión internacional para responder a la pregunta, ¿a qué sabría la paella si fuese de otro país?

Llegar a estar ahí presentes no es fácil. Previamente estos países pasaron una ronda de selección de la que, entre todos los participantes, solo quedaron 12. Concretamente quienes sentaron a la mesa a todos los comensales fueron Dinamarca, Puerto Rico, Bulgaria, China, Japón, Polonia, Rumanía, Panamá, Uruguay, Francia, México, Colombia y Brasil.
El reto era uno: ser capaces de hacer que su país pudiese saborearse en una paella. Bajo el foco de un jurado (este sí, local) que fue catando una tras otras las elaboraciones, buscando puntos como la cocción del socarrat, la dureza del grano.
Una receta francesa como vencedora
Tras tanta emoción, solo seis países pasaron a la final. Sorprendió Uruguay con una paella de carpacho de gamba roja de Denia, alioli de ajo negro, ceniza de salicornia y costilla de rodaballo salvaje. Una receta que llevó a los uruguayos a ocupar el segundo puesto del certamen. Por detrás, Japón, quienes interpretaron una paella de pulpo que, si bien no se ganó el favor de los jueces, sí lo consiguió de todo el público asistente.

Pero quien realmente pudo alzarse con el premio del certamen World Paella Day fue el francés Frederic Gallego, con una paella de seco de alcachofa de Jerusalén y arroz de marisco con gambas y setas. Solo él pudo llevarse a casa el trofeo de madera de naranjo y metal, dos materiales fundamentales en la elaboración de la paella tradicional.

Todo ello en la celebración de un evento que aprovechó la parte más democratizadora de este arte culinario para sentar a todos los países al rededor de la mesa.