La India es un país mágico. Es color, son olores, templos, paisajes de ensueño. Es el Taj Mahal y son muchos otros rincones maravillosos como el Templo Dorado, el Templo de Suria, Hawa Mahal, Fuerte de Agra, Fuerte rojo de Delhi… La lista es interminable. Pero hay que añadir un rincón más, aunque no estamos hablando de un monumento, estamos hablando de un hotel. Probablemente, uno de los alojamientos más increíbles del país. ¿Su nombre? Six Senses Fort Barwara.
Fort Barwara es una maravillosa fortaleza del siglo XIV convertida, como ellos dicen, en un santuario de bienestar. «Originalmente era propiedad de una familia real de Rajasthani y se enfrenta al templo Chauth ka Barwara Mandir», explican desde el hotel. Estamos en Rajasthan, al sur de Jaipur, en Sawai Madhopur, frente a las colinas de Aravali. ¿Qué encontramos? Dos palacios y dos templos dentro de la fortaleza amurallada.
Pero no solo hay edificios, también hay zonas verdes. «El paisajismo integra plantas puramente endémicas y fuentes de agua. La propiedad está trabajando con la comunidad local para reconstruir los bosques del este y revivir el lago sagrado», nos describen. Ingredientes que hacen que este hotel nos recuerda, a cada paso, dónde estamos. Six Senses siempre tiene algo de santuario, en Six Senses Fort Barwara es más que evidente.
Pero no solo es evidente por fuera, también por dentro. Cada suite está diseñada en un estilo rajastaní, con un toque contemporáneo. Sutilmente encontramos la tecnología propia de un hotel de lujo, pero el aire de todo es propiamente indio. Y hay detalles artesanales: colchones hechos a mano, ropa de cama de algodón… Todo esto lo encontramos en las maravillosas 48 suites, de diferentes tamaños.
Pero, ¿y qué más? Un pabellón de yoga aéreo, zona de hidroterapia, piscina al aire libre, su maravilloso spa y zona de fitness con el sello de Six Senses… El bienestar está asegurado. En cuanto a la gastronomía, también importante, encontramos tres magníficos restaurantes. «Nuestros chefs le dan un enfoque creativo a los menús, combinan lo mejor de Rajastán y panindia, con una pizca de influencias internacionales. Y como siempre, con productos frescos y de temporada, muchos de ellos de los jardines orgánicos del resort… O de productores locales», describen desde Six Senses.
Y todo eso lo palpamos en los tres restaurantes: The Cortile, con un espíritu de comidas más ligeras, con ensaladas, platos de dieta Mediterránea crudos, y confort food de la India. Rani Bagh, si queremos picar algo y un concepto mucho más casual. Para disfrutar de la comida al lado de la piscina, mientras nos estamos relajando. Shikar Burj es el rincón más mágico para cenar: es su maravillosa terraza panorámica. Si queremos tomar un cóctel, hay dos rincones en el hotel: su galería con vistas y The Rajawat Room. Para brindar, con un cóctel, por volver pronto.
