Quien diga que en las afueras de Madrid no se come bien, no ha paseado últimamente por La Moraleja. Esta zona residencial, conocida por su exclusividad y tranquilidad (y por ser la permanente y última residencia de Richard Gere), se ha convertido en un verdadero polo gastronómico donde conviven restaurantes de autor, propuestas internacionales y clásicos que nunca fallan. Aquí, cada dirección esconde una historia: desde brasas gallegas hasta sushi con alma, pasando por fusión chifa, cocina italiana recién llegada y tascas modernas donde el sur se siente en cada bocado. Si estás buscando restaurantes dónde comer bien en La Moraleja —con terraza, buen ambiente y platos que dejen huella—, esta guía te va a abrir el apetito.
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Áurea: el favorito de Richard Gere
Pocos restaurantes pueden presumir de haber enamorado a Richard Gere en su visita a Madrid, pero Áurea (en La Moraleja) lo ha hecho. El nuevo proyecto del Grupo Paraguas (los mismos de Ten con Ten y Amazónico) ha traído a La Moraleja su sello inconfundible: elegancia, servicio impecable y una carta donde el producto brilla por sí solo. La decoración es refinada y cálida, y el ambiente respira ese lujo tranquilo que tanto gusta a quienes saben disfrutar sin llamar la atención. El steak tartar y la merluza de pincho son dos aciertos seguros.

MANO: México se sienta a la mesa
La última incorporación a la plaza se llama MANO y trae aires de México con una propuesta moderna, fresca y sabrosísima. Aquí no hay clichés: hay guacamole hecho al momento, tacos con ingredientes de primera y una carta de cócteles que podría rivalizar con cualquier speakeasy de moda en la capital. Su terraza promete convertirse en el punto de encuentro de las tardes de verano, entre margaritas, música suave y ese picante que no se olvida.

99 Sushi Bar: el Japón más elegante
Este templo nipón no necesita presentación entre los aficionados al sushi de autor. 99 Sushi Bar lleva años marcando el estándar del japonés de alta gama en Madrid, y su ubicación en la Plaza de la Moraleja es un auténtico refugio para quienes buscan precisión, belleza y sabor en cada bocado. El nigiri de pez mantequilla, el sashimi de toro o la tempura de langostinos tigre no sólo son deliciosos: son arte. Ideal para cenas especiales, almuerzos de negocios o simplemente para rendirse a una cocina que respeta la tradición.

A’Kangas by Urrechu: carne con apellido
Si eres de los que buscan buena carne, atención al detalle y una bodega con solera, A’Kangas es tu sitio. Firmado por Íñigo Urrechu, este asador moderno conjuga el sabor vasco con un toque cosmopolita. Chuletón, entrecot, steak tartar preparado en sala… Todo servido en un entorno sobrio, elegante y muy acogedor. Y sí, aquí también se alargan las comidas, porque entre la buena carne y la mejor compañía, el tiempo pasa distinto.

Du Liban: un viaje a Oriente
Este restaurante libanés es uno de los secretos mejor guardados de la Plaza. En Du Liban todo se hace con mimo: desde el hummus hasta el shawarma, pasando por sus dulces árabes que son pura tentación. Su terraza, rodeada de vegetación, es una burbuja de paz, ideal para un almuerzo pausado o una cena con encanto. Además, tienen brunch los fines de semana y menú degustación para los más curiosos.

Café Pino: el punto chic y relajado
Con su aire desenfadado pero elegante, Café Pino es ese restaurante que funciona para todo: un desayuno al sol, un almuerzo entre amigas, una cena sin prisas. Su carta mediterránea incluye desde ensaladas sabrosas hasta platos principales bien pensados, y su ambiente invita a quedarse un rato más. Uno de los restaurantes más familiares que encontrarás en La Moraleja.

El Barril: mar y Madrid a bocados
¿Un arrocito en La Moraleja? ¿Unas ostras con vino frío? El Barril es sinónimo de producto marino de calidad. Aquí el marisco se trata con respeto, la cocina es honesta y el servicio profesional. Desde una simple caña con gambas al ajillo hasta una caldereta para compartir, todo tiene sabor a vacaciones y a confianza. Perfecto para almuerzos largos, sobremesas eternas y reuniones familiares con mantel blanco.

La Máquina: la taberna que nunca falla
Un clásico infalible que ha sabido reinventarse sin perder la esencia. En La Máquina se viene a comer bien, sin complicaciones: callos, croquetas, pescados frescos, platos de cuchara… La carta es amplia. La decoración, tradicional con toques modernos. Y el ambiente, el de toda la vida: animado, elegante y lleno de parroquianos fieles. Una apuesta segura que sigue marcando el ritmo de la plaza y uno de los restaurantes más icónicos de La Moraleja.

La Penela: Galicia con acento madrileño
Si te tira el norte, La Penela es parada obligatoria. Su tortilla de Betanzos es ya mítica, y sus platos de cuchara y guisos caseros hacen que uno se sienta como en casa. Pescados frescos, carnes bien cocinadas, empanadas crujientes… Galicia en cada plato, pero con la elegancia que exige La Moraleja. Un restaurante donde la tradición no está reñida con el buen gusto.

Sushita Green: fusión asiática con alma colorida
El Grupo Sushita —pionero del sushi en España desde 1999— aterrizó en La Moraleja Green con un local amplio, lleno de luz y una terraza que invita a quedarse horas. No es sólo un japonés: su carta combina tradición nipona con guiños a Singapur y el sudeste asiático, incorporando platos vibrantes como mejillones estilo chili crab, pizza fina de salmón con alioli de trufa, crispy Hong Kong noodles y sashimi de hamachi con trufa y ponzu.
A Brasa: fuego, brasas y un homenaje al producto
Pocas cocinas despiertan tanto respeto como la que se hace al calor del fuego. Y eso es justo lo que propone A Brasa, uno de los espacios más auténticos y sabrosos de toda la Plaza de la Moraleja. Aquí la parrilla no es un recurso: es el corazón del restaurante. Se trabaja con maderas nobles, cortes de carne seleccionados y pescados de lonja para sacar lo mejor de cada producto, sin más artificio que el humo, el calor y el tiempo justo.

Kion & Sui: elegancia cantonesa con alma peruana y chifa
En plena Plaza, Kion & Sui lleva ya unos años brillando con una propuesta elegante de cocina oriental-fusión: cantonesa, peruana y chifa. Inaugurado en 2017, se ha consolidado gracias a platos tan impactantes como su tiradito de vieiras y dim sum rellenos de foie, además del famoso pisco sour que acompaña cada bocado.

Bienmesabe: sabor andaluz con alma madrileña
Otro de los restaurantes imprescindibles de La Moraleja. Saltamos del Lejano Oriente al sur de España con Bienmesabe, una taberna andaluza «del siglo XXI» que aterrizó en la calle Begonia número 113, muy cerca de la plaza. Aquí las brasas, tapas y raciones cocinadas con cariño levantan el ánimo de uno solo cruzar la puerta.
