Ramón Freixa lo ha vuelto a hacer. El chef catalán, uno de los nombres más respetados de la alta gastronomía española, acaba de sumar una segunda estrella Michelin gracias a Atelier, su proyecto más íntimo, exclusivo y personal. Un espacio casi secreto en pleno barrio de Salamanca donde sólo diez comensales por servicio pueden vivir lo que ya se considera una de las experiencias culinarias más refinadas de Madrid.
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Un santuario gastronómico para sólo 10 afortunados
La Guía Michelin describe Atelier como un lugar donde tradición, creatividad y lujo conviven en armonía. Escondido en la planta baja de un edificio emblemático del barrio de Salamanca, este elegante espacio (con una mesa en forma de U, materiales nobles y cocina vista) se ha convertido en el laboratorio creativo de Freixa. Aquí el comensal no sólo observa al chef y a su equipo trabajar, sino que entra en contacto directo con su visión más pura y depurada de la gastronomía.
Y he aquí lo que realmente le ha llevado a su segundo rosetón en la puerta pues estos es lo que dice el inspector: «Una cocina que bebe tanto de las raíces tradicionales como de la gastronomía creativa, ambas perfectamente equilibradas. Platos llenos de finura y técnica, con fondos y salsas de gran nivel, además de unos productos de categoría excepcional».
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El menú Origen reconocido con dos estrellas Michelin
El reconocimiento de Michelin viene impulsado por el menú Origen (230 €), también disponible en versión completamente vegana bajo el nombre Origen Vegetalia. Se trata de un recorrido sensorial que cambia según la temporada y que empieza dejando claras las intenciones: uno de los primeros pases lleva por nombre Lujuria: ostras, caviar y champagne. Una declaración de intenciones que anticipa la mezcla de sofisticación, hedonismo y técnica impecable que caracteriza toda la experiencia.
Entre los platos más celebrados (y uno de los que explican por qué Atelier se ha colocado directamente en la élite) está la cigala gallega de Pescaderías Coruñesas, piezas monumentales de hasta 250 gramos, tratadas con una delicadeza quirúrgica. Freixa las acompaña con raviolis rellenos de foie, gel de limón y una salsa elaborada con las cabezas de las propias cigalas, un ejemplo perfecto de su filosofía culinaria: exaltación del producto, raíces mediterráneas y un dominio absoluto de fondos y salsas.

La esencia más personal de Freixa
Atelier es, ante todo, el espacio donde Freixa se permite cocinar con la máxima libertad. El chef exprime aquí su parte más emocional, sin renunciar a la precisión técnica que lo ha convertido en uno de los cocineros más influyentes del país. Cada bocado tiene un trasfondo narrativo: memoria, territorio, lujo, producto y una elegancia que se percibe en cada detalle, desde la vajilla hasta el servicio casi ceremonial.
Un proyecto doble de 600 metros dedicados al placer gastronómico
Atelier forma parte de un concepto más amplio: un proyecto doble de 600 m² dedicados por completo al disfrute. Mientras que Atelier encarna la vanguardia, la introspección y la creatividad, en la planta superior se encuentra Ramón Freixa Tradición, una casa de comidas contemporánea que rinde homenaje a la cocina española de siempre desde un enfoque más relajado.
Dos espacios, dos experiencias, dos maneras de entender la gastronomía. Y ahora, con su segunda estrella Michelin, Ramón Freixa consolida Atelier como uno de los templos culinarios imprescindibles de Madrid.
