Dicen los madrileños que el mejor pescado de España llega siempre a Madrid. Bueno, podríamos decir que parte del mejor pescado de España llega siempre a Pescaderías Coruñesas. Y a sus cinco restaurantes repartidos por Madrid, aunque en este caso, vamos a hablar del último: Desde 1911. Y este año no está puesto al azar, es el año en el que se fundaron estas icónicas Pescaderías Coruñesas. Aunque hay otro año también histórico en el negocio: 1956, año en el que Norberto García adquiere y evoluciona las Pescaderías Coruñesas que conocemos hoy en día.
Desde 1911 ha revolucionado el panorama gastronómico de la ciudad. Tanto, que muchos críticos aclamaban una estrella Michelin para al restaurante. No ha podido ser, pero la fama la tiene después de un año abierto. «El mejor puerto de Madrid», aclaman. Lo de que tienen el mejor pescado no solo lo dicen los mejores paladares, también lo defienden ellos mismos. «Desde 1911 es un homenaje que hemos querido hacer al legado familiar», explican desde el restaurante.
«Ese legado basado en el profundo respeto hacia el mar, que con mucho trabajo y camino, consiguieron que Madrid se convirtiese en la capital del pescado y marisco fresco en España». Lo hacen desde un restaurante, en la calle Vivero, que fue una antigua fábrica de bombas de bobinas eléctricas. Que funcione todo de manera mecánica, como una fábrica, se encarga Abel Valverde, que ha llegado desde Santceloni.
La carta es, por supuesto, un homenaje al pescado. Y esta va evolucionando según van cambiando las temporadas y según el pescado fresco del día. «Diariamente el equipo se reúne y decide los productos y los platos de esa jornada. Así ofrecemos de forma diaria una experiencia gastronómica única e irrepetible». La carta se divide así: seis entrantes, de los que podemos elegir tres, cuatro o cinco -todo depende del menú, claro-, se sigue con un plato de pescado fresco, según el mejor del día, y se acaba con un postre o una tabla de quesos.
En cuanto a la decoración, un ambiente cálido de inspiración nórdica, con un toque minimalista… Que acompaña a la presentación de los platos, mucho más minimalista y rompedora, si comparamos con Lhardy o El Pescador. Porque Desde 1911 quiere transmitir algo diferente. Tiene en cuenta la tradición del negocio y la homenajea.
Homenajea al producto también, pero va un paso más allá. Brinda por el futuro del negocio, que pasa por ser también un referente en sus cocinas, un proyecto capitaneado por Diego Murciego. ¿Y por qué decimos que es un buen restaurante para empezar el año? Por razones obvias… Y porque se mantiene cerrado hasta el próximo 3 de enero.