Viajar en tren puede ser una de las experiencias más románticas que existen. Pero hacerlo en el Transcantábrico Gran Lujo es, directamente, retroceder a los días de la Belle Époque. Este tren, considerado uno de los más exclusivos del mundo, recorre el norte de España en un itinerario que combina paisaje, historia y alta gastronomía.
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El viaje dura ocho días y siete noches y une San Sebastián y Santiago de Compostela, con paradas en algunos de los rincones más bellos del norte: Bilbao, Santander, Santillana del Mar, Llanes, Oviedo, Gijón, Luarca, Ribadeo, Viveiro o Lugo, entre otros. A bordo, la sensación es la de moverse dentro de un hotel cinco estrellas.
El Transcantábrico Gran Lujo nació hace más de cuarenta años, pero sus coches son auténticas joyas ferroviarias de 1923, restauradas para mantener la esencia clásica sin renunciar al confort.

Un viaje al estilo de los años 20
Cada detalle respira historia: los acabados en madera noble, los sillones tapizados a mano, los espejos de época, las lámparas de cristal. Nada es casual. Cada elemento está ahí para hacer que el pasajero se sienta parte de una novela ambientada en los años veinte, pero con todas las comodidades del siglo XXI.
Las suites Gran Lujo, las más amplias del tren, cuentan con casi 13 metros cuadrados en los que se integran dormitorio, salón y baño privado con ducha de hidromasaje. Además, disponen de cama de matrimonio, minibar, televisión, climatización y servicio de habitaciones durante todo el día. El resto de los coches se divide entre salones comunes (como el Salón del Té, el Panorama o el Coche Pub), perfectos para relajarse con una copa de vino o un libro mientras el tren atraviesa los paisajes del Cantábrico.

La experiencia gastronómica es otro de los grandes atractivos del viaje. En el vagón restaurante se puede degustar cocina que rinde culto a la tradición culinaria del norte de España. Platos con mariscos gallegos, quesos asturianos, pescados del Cantábrico o carnes del País Vasco se combinan con los mejores vinos de la región. Entre trayecto y trayecto, los pasajeros disfrutan también de excursiones guiadas, visitas culturales y catas en bodegas históricas.
El precio de esta travesía, entre 17.100 € y 19.800 € según el tipo de cabina, incluye todo: alojamiento, gastronomía, actividades, visitas, guías y traslados. Un lujo reservado para quienes entienden que viajar no es moverse, sino vivir.
Subirse al Transcantábrico Gran Lujo es algo más que un viaje: es un homenaje a la elegancia perdida del pasado, una oda a la calma y al placer de observar el paisaje a ritmo de vagón. Porque, al final, como decía el escritor Paul Theroux, «viajar en tren es la mejor forma de descubrir la poesía del mundo sin moverse del asiento».

