Hemos hablado en varias ocasiones de Ikigai, porque su cocina es una de las mejores de Madrid en cuanto a gastronomía japonesa. Tanto su local de Flor Baja como el de Velázquez, representan ese espíritu. Cada uno a su manera, pero en ambos se disfruta muchísimo. Ahora se hará más, porque además de estar siempre atendidos y asesorados por su maître, Yassine Ben Sassi, y el sumiller, Juan Carlos Martínez, ahora el chef Yong Wu Nagahira quiere que brindemos y maridemos sus platos con sake.



«Jiro Ono, el gran maestro japonés del sushi, afirma a sus 97 años, que la simpleza al extremo lleva a la pureza. Siguiendo esta premisa, presentamos sus menús en armonías, tanto en sake como en vino o combinando ambas opciones, donde la pureza y la simplicidad del acompañamiento, exalta el producto de una forma sutil y delicada», explican desde Ikigai.


El vino y el sake acompañan y elevan cada bocado, algo que parece complicado -por el exquisito sabor de su carta-, pero todo es posible. Eso sí, un menú con estas características solo se puede disfrutar en su restaurante más especial, y ese es Ikigai Velázquez. Es un restaurante precioso, decorado con elegancia, pero en el que los platos brillan por sí solos. La decoración, de alguna manera, es un ingrediente más… Pero cómo explican desde Ikigai: «Lo único que brilla en cada plato son las sólidas bases clásicas y las influencias japonesas, francesas y españolas».



Es menú que van a disfrutar de lo lindo los amantes de este licor japonés. La selección de sakes es exquisita. ¿Algunos de los maridajes? El korokke, al que se le añade Muoka Nama Genshu Vintage, que cuenta con notas de incienso y flores. Los nigiris se acompañan con el sake Shiro Masumi Miyasaka, que tiene notas de plátano y manzana; el cruasán-do va acompañado de Tanaka x Chartier Pavillon y el temaki se acompaña Keiryu Koshu Vintage 89&99 Endo Shuzojo, un maravilloso sake envejecido durante 20 años. Es como viajar en el tiempo.


Un menú único en un lugar único, porque no es habitual que encontrar menús maridados con este licor que se obtiene de la fermentación del arroz. Hay otro menú con un maridaje especial de vino… Y otro que mezcla ambas, pero creemos que ligarlo con sake es como un viaje único a Japón. Aunque siempre se pueden probar los tres. «Son tres opciones de menú que catalizan emociones y elevan el espíritu», explican desde Ikigai. No podemos estar más de acuerdo.

