Los vinos no son estacionales pero, quizá, cuando más apetece tomar un buen rosé es con la llegada del buen tiempo, cuando el mercurio sube y estamos en pleno periodo estival. Bien fresquito y a ser posible contemplando una puesta de sol, c’est un pur plaisir, como dirían los franceses. Las bodegas españolas lo saben y en los últimos años han elevado la calidad de sus rosados añadiendo complejidad, pues muchos de ellos los dejan crecer en barrica de roble. Elegantes, de sabor único y un color extraordinario, así son los vinos rosados que te recomendamos para que los añadas en tus próximos planes de verano.
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Hito Rosado, Cepa 21
Procede de las viñas de más alta latitud de la Bodega Cepa 21, cuenta con una acidez equilibrada y una complejidad propia de la variedad tempranillo. Responsables de la bodega nos explican que Hito Rosado está elaborado con las mismas uvas de grandes tintos de la casa, «pero sin crianza y manteniendo la finura y sutileza».
Es aromático y refrescante, el único vino rosado D.O. Ribera del Duero de Bodegas Cepa 21. El presidente de la bodega, José Moro, señala que es «un soplo de aire fresco, de espíritu libre, pero con alma arraigada a la esencia de la bodega».
Primer Rosé, Marqués de Murrieta
Este vino de Marqués de Murrieta es el único rosado que ha sido elaborado en su totalidad con uva tinta de variedad mazuelo en España. De un rosáceo cristalino y seductor rango aromático con notas de fresillas silvestres y grosellas, pétalos de rosa y hierbas aromáticas.
Es consistente y frutal en boca. «Nos reafirmamos en el acierto del tándem mazuelo y hormigón para elaborar este precioso rosado», señala la directora técnica de la bodega riojana, María Vargas.
Le Rosé, Antídoto
Este vino rosado criado en barrica de roble francés pertenece a la bodega Antídoto. Elaborado a partir de variedades de uva albillo y tempranillo en un viñedo que data de 1905, en Soria. Es directo, aromático y equilibrado.
Rosado, Murillo Viteri
Sangrado de tempranillo y viura, es un vino Rioja fresco y afrutado, muy aromático y floral. Responsables de la bodega Murillo Viteri explican que la uva es seleccionada de viñedos que cuentan con un siglo ya de vida.
«Es un vino fresco y con un equilibrio entre acidez y cuerpo suave», señalan desde Murillo Viteri.
Rose, Abadía Retuerta
Entre los vinos rosados de Abadía de Retuerta se encuentra esta delicia con D.O. Ribera del Duero. Es un vino seco y muy aromático, con una maceración de cinco horas a baja temperatura y fermentado en barricas «para que aporte el carácter de la añada y terruño», explican desde la bodega.
Las Fincas, Chivite
Es un vino fino, con una excelente acidez y una nariz compleja. Este rosado con D.O. Navarra es fermentado y criado en barrica de roble francés durante diez meses.
La Peña, Milsetentayseis
La Peña es un rosado con mucho carácter que nace de las antigua cepas que se plantaron cerca de hace más de 100 años en suelos de arcilla roja, arenas los minerales que caracterizan Fuentenebro (Burgos).
Es un vino con cuerpo y complejo, con un final largo y salino, fermentado durante seis meses en barrica.
Jhana, Castell d’Encús
«Tiene el alma de un blanco más que de un tinto ligero», señalan desde la bodega sobre este rosado criado en barrica. Es uno de los vinos rosados de gran complejidad con matices afrutados y toque salinos.
Bajo la D.O. Costers del Segre, Castell d’Encús se encuentra a unos 1,000 metros de altitud en el Pirineo de Lérida. Este rosado es 90% de merlot y un 10% de petit verdot, con una crianza de seis meses en barricas de roble francés.
Marqués de Riscal
El rosado D.O. Rioja de Marqués de Riscal se realiza por el procedimiento de prensado. Es una combinación de tempranillo y viura, es refrescante y fácil de beber, con aromas de fruta roja y notas de flores blancas.