Con motivo de su 21 cumpleaños, la prestigiosa bodega vallisoletana Cepa 21 prepara su fiesta de ‘puesta de largo’ para el próximo otoño. Será un cita llena de novedades y sorpresas: nuevas etiquetas y nueva filosofía de los cinco vinos que elabora: Hito Rosado, Hito, Cepa 21, Malabrigo y Horcajo. «Es una ocasión única, la bodega se ha hecho mayor….»cuenta José Moro, presidente de Cepa 21 a COOL durante un almuerzo en el Restaurante madrileño La Única, donde se presentó una nueva carta con las cinco referencias de Cepa 21 en una interesante cata con los platos de tradición mexicana que elabora el equipo de Andrés Madrigal.
- Pregunta: ¿Qué es Cepa 21, en sus propias palabras, en el año de su aniversario?
Respuesta: Cepa 21 es un proyecto ilusionante, porque uno no puede perder ni la ilusión ni la pasión. Es un proyecto con mucho recorrido todavía, que nació hace 21 años y está llamado a estar situado entre los grandes a nivel mundial. Posiblemente, no se le ha tratado con la importancia que tiene, pero la bodega ya se ha hecho mayor y tiene todo a su favor para ser una de las grandes bodegas de España, de la Ribera y del mundo… en eso estamos, dándolo todo desde el punto de vista comercial y del marketing, porque los vinos llevan demostrando su calidad desde el principio. Es cuestión de tiempo.
- José Moro: «Cepa21 es una ilusión, un revivir. Lo soñé y hoy cobra sentido para alcanzar el lugar que se merece»
- Bodega Finca Villacreces, una joya escondida de la Ribera del Duero
Innovación y tradición
Cepa 21 tiene como misión llegar al corazón de las personas mediante experiencias únicas; crear vinos que dejan huella y comprometidos con la sostenibilidad del planeta.
- ¿En qué va a variar de alguna manera -desde su punto de vista personal- las cinco referencias de Cepa 21, sus cinco clásicos?
- Cada viñedo tiene sus parámetros de calidad de uva; nosotros tenemos todo perfectamente definido para que vaya cada viñedo a cada tipo de vino. Evidentemente, cómo gestionamos ese ciclo vegetativo para que nos dé la mejor uva, y que de ahí sepamos sacar la máxima calidad expresada en vino, es un tema que tenemos que trabajar y que todavía es mejorable. Este es un proyecto pequeño, prácticamente boutique. El clima marca cada añada, pero hay que mejorar cada año poniendo innovación, conocimiento, pasión y cariño. Queremos aunar todos esos esfuerzos para hacer el mejor vino posible y lo vamos a conseguir. Tiene ese recorrido y me ilusiona llevarlo a cabo.
- ¿Precisamente usted es un maestro en compaginar la innovación y la tradición?
- La innovación de hoy es la tradición del mañana. Igual que tenemos que tener en cuenta la tradición del ayer, porque nunca hay que perder la referencia de dónde vienes. La innovación es una gran bandera porque al fin y a cabo es conocimiento. Cuanto más conocimiento menos intervención, y cuanto menos intervención más naturalidad, más producto. Y enfocado siempre al consumidor, cuando consigues eso es algo grandioso. El mundo del vino está en constante evolución. Tiene que haber una idiosincrasia perfecta entre lo que siente el bodeguero y lo que tiene que dar al mercado, al consumidor, porque el éxito es eso. Dar gusto al consumidor. Vinos que te hacen sonreír, sentirte feliz. Los vinos no te tienen que hacer fruncir el ceño. Te tienen que hacer sonreír en el momento en que abras una botella. Los de Cepa 21, siempre al final del trago te hacen sonreír.
- Usted hace vinos para que la gente sea feliz, de hecho.
- Así es. Al final, hacer un vino es recoger en una botella un montón de conocimientos y de experiencias. Los vinos te tienen que hacer sonreír. A través de una yema que brota, comienza un proceso hasta que llega a la madera y al final a la botella. Y tiene que dar lo mejor de sí y producir a nuevos aromas y nuevas sensaciones. Cuando abres la botella y enamoras al consumidor, independientemente que sepa o no de vino, es objetivo cumplido y la mejor traducción es una sonrisa.
- Usted dice también siempre que «si te gusta un vino, ya entiendes de vino», ese es su mantra.
- ¡Absolutamente! Si te gusta, ya entiendes de vino, ya tienes criterio.
- En otoño, puesta de largo, y presentación de la ‘nueva Cepa 21’.
- Es una continuidad, pero sí, es hora de dar cariñosamente un golpe en la mesa y reivindicarse como un gran proyecto vitivinícola, capaz de ir creciendo desde todos los puntos de vista. Creo que es un buen momento para celebrar esos 21 años de Cepa 21, sobre todo, porque esas raíces profundas de esos viñedos han bajado a la tierra y están sacando cada año el alma de esos vinos, vinos de los que nosotros estamos sabiendo dar la mejor perspectiva para que muestren todo su carácter; y estamos en el mejor momento para reivindicar nuestro sitio entre todos los grandes.
- ¿Nueva imagen, nuevas etiquetas… ?
- Nueva imagen, nuevas etiquetas, nueva filosofía… es un momento importante y queremos reivindicar esos 21 años, que aunque en el mundo del vino no son nada, sí es momento de sentirse orgullosos de lo que hemos hecho y decir que queremos seguir creciendo y siendo una bodega importante a nivel mundial.
- Es una mayoría de edad de antaño, una puesta de largo.
- Una puesta de puesta de largo, sí, el próximo otoño que la celebraremos todos juntos y será un placer.
Los cinco vinos
Hito Rosado, Hito, Cepa 21, Malabrigo y Horcajo. Cinco vinos únicos que enamoran. Misión cumplida, porque para eso se hacen. «Cepa 21 lleva el nombre de la bodega y es el vino cálido y fácil de beber», en palabras de José Moro. «Tiene mucha personalidad». Un acierto, un valor seguro.
Hito Rosado, muy floral y fresco, cumple con las características de la uva tempranillo, uva con la que se elaboran las cinco referencias de Cepa 21. Un vino que está todo vendido, las 50 mil botellas. Todas las barricas de roble francés de Cepa 21 se renuevan cada cuatro años. Malabrigo es el vino perfecto, y Horcajo es la joya de la corona.
Cepa 21 es el buque insignia de la bodega, que recopila en su etiqueta con un dibujo de un arado que remite a los tiempos pasados de la bodega. Una bodega que ya piensa en su puesta de largo el 5 de octubre, al cumplir 21 años .
Cepa 21, la bodega de la Ribera del Duero que sonríe, que quiere contagiar felicidad a la gente, que existe – como ellos mismos dicen- para alegrar la vida a los demás. Contagiar felicidad a través del vino y el universo mágico que lo rodea es su leiv motiv. Y «Si te gusta el vino, entiendes de vino» esa es su filosofía.