El ‘kebab not kebab’ de Madrid con Solete Repsol y envuelto en oro que está arrasando
Madrid no deja de sorprender con su gastronomía. Entre los fogones de las cocinas, los chefs buscan recetas que despierten todos los sentidos y aunque pensemos que todo está inventado, nos hemos topado con un lugar que ha dado un vuelco a un arraigado concepto. Chamberí tiene un kebab not kebab envuelto en oro que ha ganado un Solete Repsol y está arrasando en la capital. Nació hace menos de un año bajo el nombre de Mómö y se ha convertido en uno de los más demandados.
Colinda con el último tramo de la madrileña calle Fuencarral. Ahí, encontramos un espacio que replantea el clásico kebab de toda la vida pero de una forma mucho más cuidada. Con aspectos de una receta que cabalga entre Grecia y Turquía, además de un producto de cercanía, aquí se da una nueva vida este universo culinario.
Los espacios que envuelven los conceptos gastronómicos deben vestir la propuesta y ser representativos de la misma. Con un diseño desenfadado, el de Mómö se plantea como un vagón de metro inspirado en los años 90 y, cuando te quedas observándolo, te recuerda a esas películas futuristas de la década de donde Bruce Willis y Milla Jovovich nos mostraban una historia de ciencia ficción en El Quinto Elemento. Los carteles del techo muestran los ingredientes de cada receta como si fuesen las paradas, llevándonos a un final donde se ve el producto.
Según conocemos más la marca, nos queda claro que en Madrid no todo vale y que ahora la misión es crear una experiencia entorno al kebab. Su oferta normal es simple: carne o pollo, dos materias primas que son el centro de la receta. Este puede presumir lo que supone la definición de artesanía, puesto que todos los procesos se hacen a mano, comenzando por su esponjoso pan de pita, terminando con sus personalizadas salsas. Para los paladares más expertos, es un detalle bastante importante, puesto que todos sabemos que se nota la diferencia.
En su web lo dejan claro, «nos encantan los kebabs, pero no como los han tratado en la mayoría de los lugares que los sirven en el mundo occidental durante las últimas décadas». Su secreto comienza con una robada japonesa, donde hacen las carnes y sus increíbles papines a la brasa y en horizontal. El de ternera lleva carne de Discarlux, una de las mejores del mercado, y se especia al estilo kofta con salsa de tomate seco, lechuga, lombarda, cebolla morada, encurtidos, menta, salsa tzatziki y todo envuelto en pan de pita casero. El de pollo, en cambio, se marina con salsa de tomate seco, acompañado de lechuga, lombarda, cebolla morada, encurtidos, menta, salsas de yogur-curry y aceite de sésamo y chile.
También se salen de la norma y ahora han creado un nuevo kebab que es halal, bajo su propio concepto y es único en la ciudad a este nivel culinario. Aunque haya otros restaurantes que ofrezcan esta opción para el público árabe, la de Mómö se plantea con otro sabor y hace que el concepto del kebab suba un escalón más. En esta cultura, el halal es un estilo de vida y proviene de animales que han tenido una alimentación vegetariana y, cuando se sacrifican, según el corán, tiene que ser sin sufrimiento y con los rezos pertinentes.
El bocado de esta nueva receta es como viajar a través de los sabores y te hace pensar sobre el concepto clásico de la comida árabe. Marinado con zumaque, ajo, jengibre y cilantro, el sabor recorre el paladar y sientes un sutil toque ácido, con un poco de picante, pero suave a la vez. También se acompaña de salsa tzatziki y chutney de mango, que le da un toque fresco. Esta receta es nueva y creada por la mente de su chef, Javier Quiñones. Pretenden acercarse a un público más amplio y con ganas de probar la versión superior de un concepto ya arraigado.
Aunque parezca que el espacio lleve presente mucho tiempo, sus puertas se abrieron en abril y por sus cocinas han pasado chefs de renombre, además del pato más caro de Madrid. Hablamos de unas ediciones limitadas que generan colas en su espacio de Madrid como la del kebab not kebab de mollejas en colaboración con Ugo Chan, el de chicharrones con Roberto Martínez Forofa de Tripea o el del famoso pato de Don Lay.
Un kebab de Madrid que destaca, no sólo por el equilibrio de sabores, sino porque su presentación le ha hecho ganar gran popularidad. Envuelto en papel de oro, con stickers personalizados y una bolsa de delivery que simula a los de una marca de lujo, la experiencia está servida.