Cuando llega el cambio de horario, nos apetecen mesas con luz tenue. Esos restaurantes cálidos y acogedores que nos transportan a una brasserie parisina, a un restaurante romántico a Nueva York. En general nos apetecen mesas que hagan que nos sentemos cerca, que juntemos las manos bajo la lámpara que suele haber en el centro de la mesa. O las velas que alumbran la velada. Hemos hecho una selección de algunos de esos sitios románticos, que bajan las luces cuando se va el sol y llega la Luna a hacernos compañía. Reserva mesa en algunas de las más románticas de Madrid.
Lana
Lana abierto sus puertas hace relativamente poco en plena calle Ponzano, y desde entonces, se ha convertido en una de las direcciones más reservadas en la zona. Madera, mesas con luces bajas, fuego y brasa… La fórmula que convence en otros restaurantes pero este es con un toque más argentino. Porque no solo los dueños -hermanos- lo son, también casi todas las carnes de su carta y su bodega. Lana es uno de esos restaurantes donde hay que reservar estos días, no solo por sus mesas románticas.
Calle de Ponzano, 59.
Los 33
Enfrente de la Iglesia de Bárbara de Braganza se encuentra este local -de los dueños de Charrúa-, que llama la atención por las luces tenues, ya que estas bajan al llegar la noche. Gente guapa, muchos vinilos, copas y una carta interesante… Los 33 no solo se ha convertido en uno de los restaurantes con las mesas más románticas de Madrid, también en uno de los más demandados. No hay mesa hasta diciembre.
Plaza de las Salesas, 9.
Brasserie Lafayette
Este restaurante francés tiene una de las sopas de cebolla más deliciosas de la capital. Y sus mesas también son de las más románticas. ¿Un truco? Elige mesa en la terraza, donde ese aspecto íntimo es aun más evidente.
Calle de Recaredo, 2.
La Parra
Es uno de los restaurantes románticos de Madrid por antonomasia. Su steak tartar es un clásico, su servicio clásico -valga la redundancia- también, sus luces bajas, sus azulejos andaluces, sus lámparas recargadas… El toque de rojo en la decoración, los manteles blancos. El mejor rincón es sin duda el que hace esquina… Y la mesa pegada al piano.
Calle de Monte Esquinza, 34.
Dani Brasserie
Cuando cae el sol también bajan las luces de Dani Brasserie, en lo alto del Four Seasons. El verde pistacho de sus paredes se vuelve más dorado cuando hay menos luz, las luces bajas envuelven todo en un ambiente romántico… Y el dorado de la terraza del magnífico hotel de cinco estrellas para brillar en la vajilla y en los platos. Ahora que cae la noche antes a Madrid, tenemos más tiempo de disfrutar de este espectáculo mágico, en lo más alto del Four Seasons. La última de las mesas románticas de Madrid.
Hotel Four Seasons. Calle de Sevilla, 3.
Charrúa
El restaurante de la calle Almirante es probablemente, de los primeros que han marcado este concepto de mesa con luz baja y velas. Ya lo hemos dicho en más de una ocasión, es uno de los románticos de Madrid… Así que sus mesas no podían faltar en esta magnífica selección.
Calle del Conde de Xiquena, 4.
Totó
El nuevo italiano del Paseo de la Castellana, Totó, tiene una de las mesas más románticas del capital, lo pudimos comprobar hace pocas semanas. Con fotografías de cine italiano, en blanco y negro, de los años 50… Con un crooner que canta algunas noches, luces bajas, velas… Romántico a rabiar.
Paseo de la Castellana, 38.