Un día como hoy, justo hace un año, se fundó Spain is Excellence (SIE), el primer consorcio de turismo y cultura dedicado a atraer visitantes de lujo y calidad y poner en valor España. Hablamos con Ana Alonso, cofundadora y General Manager de la organización, para conocer en profundidad cuál es la misión de SIE y descubrir cómo se ven nuestras riquezas tras las fronteras. Nos explica que la gastronomía es uno de nuestros puntos fuertes; sin embargo, culturalmente es menos conocida, a pesar de ser un país potente en este aspecto. «En España tenemos lugares únicos, una cultura única y eso es lo que hay que dar a conocer a aquellos visitantes que lo sepan valorar».
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«Tras el lanzamiento de Madrid Capital del Lujo por parte de la Federación Española de Lujo, Elite Excellence, se pensó que la idea de unificar la voz de todos los sectores en los que abarca el lujo había que ampliarla al territorio nacional, de cara al turismo de alto nivel», explica Ana Alonso, cofundadora y General Manager de la organización de SIE.
«Por un lado somos club de producto, donde generamos la marca de España como destino de lujo de manera global entre todos los socios. También somos consultoría, representación y formación. Ayudamos a las compañías que entran en el club a mejorar su situación para que se posicionen mejor», señala la cofundadora.
«Hay una tendencia global a un lujo silencioso, el visitante es un cliente más sostenible, que se preocupa por la cultura local»
Pregunta: ¿Cómo se ven nuestras riquezas fuera de nuestras fronteras?
Respuesta: Todavía nos queda mucho por hacer, pero como todos (tanto instituciones como empresas privadas) trabajamos con el mismo objetivo, se empieza a ver a España como destino de lujo. Hay ciertas características que se valoran más, como es la gastronomía, pero aún hay que trabajar mucho para que se conozca nuestra autenticidad, nuestra cultura más allá del sol y la playa.
En España hay lugares únicos que no son solo para visitar en un día y volverte. Al cliente al que nos dirigimos sabe disfrutar más de eso, tiene ojos para valorarlo y desea dedicar su tiempo a gozarlo.
P: ¿Cómo ha evolucionado el lujo en las últimas décadas? ¿Antes era más ostentación y exclusividad, y ahora quizá busca más la experiencia?
R: Así es. Pero también es cierto que antes nos movíamos más en el mundo del lujo centrándonos en un cliente ruso, que buscaba la ostentación. Y ahora se está prestando atención a Estados Unidos, Países Escandinavos… que tienen otra idea de lo que es lujo.
Aun así hay una tendencia global a un lujo silencioso que se ha acelerado desde la pandemia. Es un cliente más sostenible, que se preocupa por la cultura local y que es responsable con el medio ambiente.
«Han aumentado los visitantes foodies y dan mucha importancia a la gastronomía dentro de su viaje»
P: ¿Cuál es la importancia de la gastronomía en los viajes de lujo?
R: El lujo silencioso también podría aplicarse a la gastronomía, pues el turista no busca solo la Estrella Michelin, sino ese pequeño restaurante de un pueblo donde te ponen una receta de la abuela maravillosa.
Hay mercados, como el brasileño que la Estrella Michelin les marca mucho e influye en su decisión de viaje, pero también se valora esta gastronomía más pequeña pero tremendamente rica. Ambas, al fin y al cabo, ofrecen una experiencia única.
En los últimos años han aumentado los visitantes que son foodies, que dan mucha importancia a la gastronomía dentro de su viaje. También ha incrementado el cliente nacional que se mueve por la gastronomía y que realiza al año muchísimos viajes para descubrir nuevos lugares donde disfrutar de un buen plato.
P: ¿Cuáles son las ciudades más visitadas gastronómicamente?
R: Barcelona sigue siendo una ciudad bastante visitada al igual que Madrid que se está poniendo entre las primeras elegidas en el panorama internacional. Por comunidades, La Rioja y el País Vasco se valoran mucho, pero a nivel nacional. Málaga también es una ciudad que últimamente está entre las preferencias.
P: ¿Cuál es el objetivo de SIE a corto plazo?
R: Dar a conocer esos pequeños lugares que además de encanto, son culturalmente muy atractivos y están preparados para recibir un a cliente de alto nivel. Que se conozca pero sin masificarlo, porque lo que queremos es que sean pocos clientes pero buenos.
Otro de nuestros retos es dar formación específicas a los hoteles, instituciones, policías, taxis… y que entiendan, y conozcan, cómo es este cliente de lujo para que cuando venga sienta que los servicios cumplen sus expectativas.
