Pocas veces hablamos de ciudades como Granada, pero ahora toca hacerlo. Podemos hablar grandes bondades de esta ciudad y a ellas hay que añadir un nuevo proyecto gastronómico. ¿Su nombre? La Finca, uno de los mejores restaurantes de la ciudad andaluza. Un restaurante renovado que se convierte en una buena excusa para viajar a la ciudad de la Alhambra.
La Finca es el proyecto renovado del hotel La Bobadilla, un alojamiento de 5 estrellas Gran Lujo -e icono de lujo sostenible– que ahora tiene un restaurante de lo más interesante. Quien está detrás de esta actualización es uno de los mejores chefs de la zona, el cocinero murciano Pablo González. González atesora 2 Estrellas Michelin y 3 soles Repsol. Todo gracias al restaurante La Cabaña.
Y no solo eso, González fue premiado por la Academia Internacional de la Gastronomía hace tres años y su cocina «se caracteriza por el cuidado de los detalles de sus creativas elaboraciones, con indudables raíces en la gastronomía de Granada presentes en sus dos menús degustación», según nos explican. Por cierto, la sostenibilidad es un ingredientes en cada menú.
¿Y qué encontramos en ellos además de esta sostenibilidad? Materia prima granadina que está presente en cada uno de los platos. Y algún que otro producto más especial como el caviar de Riofrío, algo difícil de encontrar en otros lugares de España. Otros detalles que notamos en los platos es el aceite de oliva virgen extra que, según nos cuentan, se puede disfrutar de él con una cata especial con un sommelier especializado. Y de todo ello se disfruta de manera slow… Porque aquí se respira el Slow Travel. «Y todos los platos se acompañan por una selecta carta de vinos locales, nacionales e internacionales que busca exaltar la personalidad de cada plato».
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¿Y qué encontramos fuera de La Finca? Un lugar espectacular a muy pocos kilómetros de la localidad granadina de Loja para descansar de la ciudad y hacerlo en plena naturaleza. Un alojamiento especial e irrepetible, como lo definen ellos, que trata de hacer disfrutar de sus huéspedes de experiencias especiales. Y es lo que ocurre en La Finca y en toda La Bobadilla.