Cuando llega el mes de mayo a Jerez, es bien sabido que la feria ya está aquí. Música, alegría, bailes y muchos volantes se dan cita para celebrar la famosa Feria del Caballo. Pero este hito no sólo es el elegante trotar de los caballos o el sonido inconfundible de las sevillanas, sino que también el mundo de la gastronomía encuentra su sitio. Muchos asisten para disfrutar del ambiente, pero otros lo hacen con el objetivo de degustar de espacios culinarios que son de visita obligada. Viajamos al sur y estos son los restaurantes que debes probar si vas a la Feria de Jerez.
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Tsauro
Este pequeño espacio que se ubica en el corazón de la ciudad habla de una gastronomía nipona, con el toque propio de Jerez. Se encuentra protagonizado por una barra de madera donde vemos trabajar al chef, el único empleado, que vive el servicio intensamente mientras transmite los secretos de la cocina nipona, desde la preparación y ceremonia del arroz a la importancia del afilado de los cuchillos. Su menú omakase alberga una experiencia de tres horas y se cambia el producto según la presencia del mismo en el mercado.

A Mar
Si te apetece probar platos que hablen de cocina tradicional, es tu sitio. Este se encuentra en las estrechas calles del casco antiguo y su interior cuenta con dos espacios bastante particulares, además de tener gran personalidad. El producto del mar se convierte en el protagonista de la cocina a través de una carta repleta de una amplia variedad de pescados, además de unas exquisitas carnes de corte mayor al carbón con distintas razas de vacuno (Retinta, Rubia gallega, Pinta cántabra…) y una gran variedad de arroces.

Mantúa
Lo primero que hay que remarcar es que cuenta con una estrella Michelin, bajo una estética minimalista y una personalidad propia. La prioridad es ofrecer a los clientes sensaciones únicas y ellos lo definen como un paseo por su tierra. El chef Israel Ramos defiende una gastronomía actual que nos hable de Andalucía y sobre todo de su Jerez, respetando los sabores con imaginación, finísimas texturas y delicadas presentaciones. Lo que le diferencia es que no hay carta, sino que sólo tiene en su haber dos menús degustación, en los que se versiona la gastronomía de su tierra. Un imprescindible para visitar en la Feria de Jerez.

La Carbonará
Cuando entras en este restaurante, ese toque castizo te inunda, ya que está instalado en el interior de una antigua bodega. Techos altos de madera que cubren un amplio espacio y un cuidado interiorismo presentan una carta propia de una cocina actual con firmes bases tradicionales se ve apoyada por varios menús degustación en los que el maridaje, siempre exaltando las bondades de los vinos, que son perfectos para degustar en plena Feria de Jerez. Una manera actual de probar bocados que hablan de lo castizo, pero con un toque de ahora.

LÚ cocina y alma
La base de este restaurante es un tipo de gastronomía muy de nuestras abuelas, es decir, el arte de poder cocinar a fuego lento. Su carrera se ha construido basándose en un clasicismo del producto andaluz y el recetario local, que da lugar a una propuesta que habla del protagonismo sobre un resultado que sólo se le puede calificar como exquisito. En su atractivo restaurante encontrarás dos menús degustación que reflejan a la perfección su ideario. Por un lado, Duxende, lo que definen como su alma, y El Festín, un viaje a través de los sentidos descubriendo la historia y el recetario de la región.
