Dabiz Muñoz ha cumplido 45 años y no puede estar en mejor momento. Su nombre no sólo pone la excelencia de la gastronomía española en el mapa, sino que provoca respeto a inspiración dentro del amplio universo culinario. El cocinero, que durante tres años consecutivos (2021, 2022 y 2023) fue elegido mejor chef del mundo, ha amasado la cifra de cuatro estrellas Michelin entre el reconocido DiverXO y RavioXO, lo cual hace que se posicione como todo un referente. Sus ocasiones más especiales siempre están acompañadas por su mujer, Cristina Pedroche, y este es el restaurante en el que lo celebraron.
Madrid se ha posicionado como el hot spot de la gastronomía internacional y muchos turistas no sólo vienen a disfrutar de una enriquecedora cultura, sino también a deleitarse con la amplia oferta culinaria que esconde. Su paladar es exquisito y nos produce bastante curiosidad saber cuál ha sido el lugar que ha escogido el chef, puesto que automáticamente se convierte en sinónimo de buen hacer en la cocina.
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Ubicado en el cosmopolita barrio de las Salesas, Charrúa es uno de los restaurantes de moda de Madrid y la pareja decidió darse un festín basado en las brasas. Su propuesta de cocina uruguaya se ha vuelto muy popular entre los paladares más exquisitos y es que, además de la pareja, caras conocidas como Vicky Martín Berrocal o Eva Longoria han sido vistas en sus mesas.
El origen del nombre viene de una antigua tribu asentada en el país de Uruguay. Los charrúas eran indígenas que vivieron en el s. XVI y, en su página web, los denominan de forma histórica como: «Unos feroces guerreros y grandes cazadores». También explican que, para ellos, el fuego era lo más importante en su vida, «especialmente a la hora de cocinar sus presas». Toda una oda culinaria que habla de historia y está sumergida en una estética de cabaña nórdica de lujo.
Echando un vistazo a la carta, la carne es la gran protagonista y se trabaja sobre la brasa, adquiriendo ese sabor característico que tanto gusta. Aunque su concepto esté claro, podemos observar cortes provenientes de diferentes partes del mundo, como el propio Uruguay, Europa e incluso Estados Unidos, además de una amplia selección de productos que habla de una cocina de mercado. Las verduras tienen un claro sitio marcado en la carta y, en el apartado De la huerta a la brasa, cuentan con varias opciones como cebolla, tomate rosa, boniato, calabacín o berenjenas japonesas. Todas se hacen a la brasa y, combinadas con la carne, puedes saborear ese toque ahumado sobre diferentes productos, lo cual termina con una experiencia gastronómica excepcional.
Contiguo a otros lugares de referencia como Casa Salesas, propiedad de Iñigo Onieva, o el famoso Los 33, su estética romántica y su menú de altura han hecho que se posicione como el place to be no sólo para los amantes de la carne a la brasa, sino para aquellos que busquen una intimidad vestida de buena gastronomía. Eso es lo que disfrutaron Dabiz Muñoz y Cristina Pedroche. En definitiva, las fronteras culinarias no existen en Charrúa y esto genera una fusión que lleva nombre propio.
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