En París ocurren muchas cosas, ¿verdad? Y además en sus calles se están sucediendo muchas exposiciones. Normal, París siempre ha sido un lugar que ha inspirado a artistas de todo tipo. Ahora toca hablar de un pintor que tiene gran presencia en la ciudad, Monet. Y junto a este pintor, hablamos de Joan Mitchell, una artista que nació un año antes de que Monet muriera. ¿Qué tienen que ver? Muchas cosas. Vamos a descubrirte la exposición ‘Monet – Mitchell’, un «diálogo visual, artístico, sensorial y poético entre las obras de dos artistas excepcionales: Claude Monet (1840-1926) y Joan Mitchell (1925-1992)», dicen desde la fundación.
Pero esta exposición se centra en una parte concreta del pintor impresionista: sus nenúfares. Para esto, la Fundación Louis Vuitton se ha aliado con el Museo Marmottan Monet, que según nos cuentan, tiene la exposición más grande del pintor francés. Y precisamente por este artista Joan Mitchell, pintora estadounidense, sentía una gran devoción.
La serie «Nenúfares» se realizó entre 1898 y 1926, y la pintó inspirándose en Giverny, en su maravilloso jardín. Son casi treinta años y muchos cuadros, y en ellos pasaron muchas cosas: el expresionismo, el cubismo, el fauvismo… Según dicen los expertos, el momento culmen de adoración a estas obras fue más tarde, porque no se relacionaban con las corrientes artísticas que se iban sucediendo. Monet fue uno de los creadores del impresionismo.
Ver esta publicación en Instagram
Durante algunos de esos años Monet vivió en Vétheuil, entre 1878 y 1881, y en ese pueblo, desde 1968, vivió Joan Mitchell. ¿Casualidad? Para nada. En esos cuadros Monet representa lo que se imaginaba en los nenúfares de su estanque. En los cuadros que se inspiran, de alguna manera, en la serie, Mitchell explora en sus recuerdos, en todo aquello que le evoca un lugar en el que fue feliz. Todo esto sucedió en La Tour, el estudio donde vivió en este pueblecito de Francia. Esa ‘relación’ entre ambos pintores surge cuando Mitchell sigue los pasos del pintor impresionista.
Esta exposición hace un recorrido entre la ‘relación’ entre ambos artistas, y lo podemos ver en 60 obras que están repartidas en ocho galerías. Un viaje, como ellos explican, con paralelismos visuales y temáticos, porque una se inspira en el otro, interpretándolo a su manera… Un precioso diálogo entre las 36 obras de Claude Monet -que representan lo que el pintor se imaginaba en su jardín de Giverny, adelantándose a la primavera- y las 24 magníficas obras de Joan Mitchell.