Del 19 al 23 de octubre en Madrid podremos disfrutar de la nueva exposición de Fernando Heras Castan: ‘La escultura rotunda y equilibrada’. En COOL hemos tenido el placer de hablar con el escultor, quien con gran cariño hacia su profesión, obra y trayectoria, nos ha contestado a todas nuestras preguntas. ¿Qué podremos esperar de esta nueva exposición? ¿Quién es Fernando Heras Castan? Si quieres saber la respuesta a estas y más cuestiones, sigue leyendo.
‘La escultura rotunda y equilibrada’
Fernando nace en Madrid y comienza su vida profesional en el cine y la fotografía para finalmente acercarse a la pintura. Después de un tiempo probará con la escultura y será en ella donde encuentre su verdadera vocación.
Se inicia con materiales como la madera o el bronce, hasta que encuentra su materia fetiche: la piedra. Su obra es el resultado de la experimentación e investigación de las geometrías, los vacíos interiores, la transición entre las líneas rectas y curvas o el juego con la falsa simetría.
En su última exposición ‘La escultura rotunda y equilibrada’, nuestro escultor buscará la belleza a través de la composición. En sus propias palabras: «trato de enfrentarme a ella (la belleza), mediante la ordenación de elementos en el espacio, convirtiendo este último en forma y la forma en vacío».
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Hoy hablamos con un artista auténtico, transparente, que traslada sus emociones a través de la piedra con el objetivo de estimular a las personas con sus obras, sin necesidad siquiera de entenderlas.
«Llevo 26 años expresando mis miedos, alegrías y convicciones, creando esculturas en piedra.»
A lo largo de sus veintiséis años en los que ha trabajado la escultura, ha expuesto en veintitrés ocasiones, tanto en mercados nacionales, como internacionales, entre ellos Nuevo York o Buenos Aires.
Podrás visitar la exposición en el Centro Comercial El Bulevar de La Moraleja, local 19, de 10:00 a 14:00 y de 17:00h a 20:00h. Su obras serán expuestas y podrás comprarlas por un valor de entre 1.500 a 7.000 euros.
Hablamos con Fernando Heras Castan…
Pregunta: Dónde y por qué surge tu pasión por la escultura.
Respuesta: Después de varios años estudiando las leyes de la composición por medio de la fotografía, el cine y la pintura, cayó en mis manos una piedra, un martillo y un cincel. Tardé dos días en atravesarla de un lado a otro, y al pasar la luz por el hueco, descubrí cómo trabajar la composición desde las 3 dimensiones. Esto transformó mi percepción del espacio y su relación con la forma. A partir de ahí, no he dejado de estudiar cómo transmitir emociones y mensajes a través de la escultura.
P: ¿Qué podemos esperar de esta exposición? Háblanos un poco de ella.
R: Espero estimular una conexión estética de las personas con mis obras. Que les guste lo que vean.
Esta exposición es la culminación de muchos años de trabajo duro, técnica y creatividad. Son 20 esculturas honestas, rotundas y equilibradas.
P: ¿Cómo definirías tus obras?
R: Mi obra es una búsqueda de la belleza a través de la composición. Trato de enfrentarme a ella mediante la ordenación de elementos en el espacio, el uso de la falsa simetría, la relación entre curvas y rectas, y la geometría.
P: ¿Algún momento concreto que marque tu trayectoria?
R: En el 2000 me trasladé de Madrid a un pueblecito de la costa alicantina para dedicarme en cuerpo y alma a esculpir. Perfeccioné mi técnica, trabajé duro, ensayo y error, y lo que soy ahora viene de esa dedicación
P: ¿Cómo definirías tu trabajo en una frase?
R: Usaría una frase de Strindberg: «No es la victoria lo que yo quería, sino la lucha»
P: ¿Quién o qué ha sido tu inspiración?
R: Al principio no investigaba los trabajos de otros escultores, mi obra era mi única referencia.
Con el tiempo descubrí escultores como Salvador Soria, Brancusi y Chillida por ejemplo, que me estimularon. La arquitectura también me ha servido para aprender a dominar el espacio.
P: ¿Cuál es el material con el que más te gusta trabajar y por qué?
R: El mármol. Es noble, ya que cuando lo golpeas rompe por donde esperas, tiene gran cantidad de colores y tonos y es un material natural, que se forma después de millones de años esperando para que lo conviertas en una escultura.
P: ¿Cuál es la obra que más te define?
R: Las 20 esculturas que muestro en esta exposición se merecen estar en ella, por elegir una: ‘El equilibrio del vacío’. Rotunda escultura en la que usé los principios de los pintores de bodegones, pero sintetizando hasta el límite, convirtiendo el espacio en forma y la forma en vacío.
P: ¿Cuál es tu próximo proyecto a corto y a largo plazo?
R: A corto plazo, enfrentarme de nuevo a piezas más grandes, de 2, 3 o 4 metros, como ya hice en su momento para obra pública y encargos privados.
También volver a crear mesas de mármol, estanterías o lamparas, como otra forma de disfrutar del arte haciéndolo funcional. Tengo el apoyo de una de las canteras de mármol blanco de Macael más importantes y quiero aprovecharlo.
A largo plazo, encontrar un galerista o marchante de arte que me apoye para seguir avanzando y creando.
P: Alguna anécdota…
R: Un día, entrando en un estudio de decoración con el que colaboraba, llevaba una escultura no especialmente pequeña en los brazos. Una mujer que salía en ese momento, me vio y gritó «¡Me encanta!, si está en venta te la compro» y así ocurrió… vendí la escultura sin bajarla de mis brazos. ¡Nunca una de mis piezas tuvo una aceptación más inmediata!