Chanel y la danza, una relación artística más allá de la moda
Todo comenzó cuando Gabrielle Chanel decidió financiar los Ballets Rusos. Su pasión por la precisión y el movimiento le llevó a colaborar con prestigiosos coreógrafos, como Léonide Massine. Su unión con el mundo de la danza ha sobrevivido al paso del tiempo y, a día de hoy, se manifiesta entre bastidores del Ballet de la Ópera de París, pues este año renovó su apoyo en homenaje al bailarín Étoile Patrick Dupond en el Palais Garnier. Para celebrar esta unión, la de Chanel y la danza, la aclamada coreógrafa belga Annabelle convierte en ballet la vida de la modista, el estreno mundial será Hong Kong a finales de mes y, después, arrancará una gira internacional. Recordamos el romance de Chanel y la danza desde sus inicios hasta la actualidad, como mecenas de la Ópera Garnier.
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Chanel y el Ballet de la Ópera de París
La maison sin su fundadora sigue ligada a la danza estrechamente, siendo mecenas en la actualidad del Ballet de la Ópera de París. Una alianza que tiene como objetivo apoyar todos los proyectos, además de confeccionar ocasionalmente el vestuario de los bailarines.
Una de las últimas creaciones, bajo la batuta de Virginie Viard, han sido para la gala anual de la Ópera y la función ‘Grand Pas Classique’.
Este año, la casa Chanel ha apoyado el homenaje del Ballet de la Ópera Nacional de París a Patrick Dupond, bailarín principal y exdirector de la ópera, fallecido en 2021. Para ello, diseñó la decoración de la Gran escalera del Palais Garnier con cintas como guiño a las zapatillas de ballet.
El romance de Chanel con el mundo de la danza
Chanel se introdujo en el ambiente artístico parisino gracias a su amistad con Misia Sert y Jean Cocteau. Gracias a ellos, la diseñadora conoció a Picasso en el estreno del ballet ‘Parade’ (1917). Después, colaboraron en dos ballets rusos, como ‘Antígona‘.
En 1923 cuando, al enterarse de que el empresario Sergei Diaghilev suspendía la producción ‘La consagración de la primavera’ por falta de fondos, decidió convertirse en la mecenas de los Ballets Rusos.
En 1924 Chanel diseñó el vestuario de ‘El tren azul’, basado en un cuento de Jean Cocteau, una crítica a la alta sociedad ociosa y obsesionada con los balnearios de lujo. Un ballet que rendía homenaje al verano y a la diversión junto al mar, y para ello vistió a los bailarines con bañadores y ropa deportiva, algo inédito en el mundo de la danza hasta la fecha.
En 1937, se unió a la producción ‘Bacanal’, también de los Ballets Rusos. Ideó y confeccionó el vestuario, en sintonía a la escenografía que creó Salvador Dalí. Junto a ellos, el escultor Fenosa se encargó de diseñar los decorados que el pintor catalán creó con su imaginario surrealista.
La vida de Chanel en un acto
La actuación de un solo acto ‘Coco Chanel’ por el Ballet Nacional de Hong Kong rinde homenaje a la célebre diseñadora y presenta una muestra de trajes que recrean el mundo de la diseñadora, ideados por el galardonado Jérome Kaplan. «He tratado de recrear una versión concisa de Chanel que refleje su estética sin simplemente imitarla y rendirle homenaje acorde a sus creencias», señala el diseñador.
‘Coco Chanel’ relata los momentos más memorables de la obra y vida de la modista. No faltará, por tanto, cómo Gabrielle se adentró en el mundo de la danza.