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Un Picasso, un hostal y Granada: el robo que recuerda a ‘El caso Thomas Crown’, de Pierce Brosnan

Picasso robo Granada
(Foto: COOLthelifestyle)
Ana Márquez
  • Ana Márquez
  • Mi sueño era convertir mi pasión en profesión, y lo conseguí. En cuanto terminé la carrera de periodismo entré en el mundo editorial y no he parado de escribir sobre moda, belleza, cine y estilo de vida para importantes cabeceras como COOLthelifestyle. Me encanta aprender y enseñar, tanto que soy docente de Periodismo Digital y Redes Sociales en Condé Nast College. Y como curiosidad, añadir que soy imagen de una crema facial de una conocida marca y es posible que me encuentres en algún 'beauty stand'.
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La desaparición de Naturaleza muerta con guitarra (1919) de Pablo Picasso ha conmocionado al mundo del arte. No sólo por tratarse de un Picasso sino por las circunstancias del caso: un traslado aparentemente rutinario, una parada discreta en Hostal Nacimiento en Deifontes, y una pieza de pequeño formato, tan valiosa como fácil de sustraer. Todo ello conforma un escenario que parece sacado de una película de cacos de guante blanco.

La obra sustraída, un pequeño gouache sobre papel, representa una guitarra y otros elementos cotidianos. Pintada en 1919, pertenece a la etapa neoclásica de Picasso, cuando el artista malagueño se alejaba de la radicalidad cubista para explorar nuevas formas, más depuradas, sin renunciar a la modernidad.

Aunque no es una de sus piezas más monumentales, su relevancia radica en lo que representa: una bisagra entre dos lenguajes artísticos que marcaron el siglo XX. Además, la guitarra era un símbolo muy personal para Picasso (recurrente en su obra) y esta pieza forma parte de ese corpus íntimo y valorado.

Picasso robo Granada
‘Naturaleza muerta con guitarra’, 1919, de Pablo Picasso.

No es la primera vez que pasa

Los robos de arte durante traslados no son excepcionales, aunque sí poco frecuentes en obras de este calibre. Un caso célebre ocurrió en 2012, cuando un cuadro de Pablo Picasso desapareció en un aeropuerto de Zúrich durante un transporte privado; otro, aún más sonado, fue el robo en 2010 de la obra Le pigeon aux petits pois del Musée d’Art Moderne de la Ville de Paris, que desapareció en plena noche y nunca se recuperó.

La característica común: piezas pequeñas, fáciles de manipular y con un mercado negro detrás.

Un robo que podría ser de película

El caso también evoca escenas de clásicos del cine de atracos cinematográficos. Títulos como Atrápame si puedes o El caso Thomas Crown, en su remake de 1999. En ésta, el personaje de Pierce Brosnan, un multimillonario aburrido, roba un cuadro de Monet de un museo de Nueva York para entretenerse. Ambas películas muestran cómo un robo perfectamente calculado puede ejecutarse en medio de la rutina, sin armas ni violencia.

Pierce Brosnan
Pierce Brosnan en una secuencia de la película El caso Thomas Crown. (Foto: Getty)

Una parada nocturna en un hostal de carretera, un cuadro pequeño y una ausencia detectada al día siguiente: los ingredientes narrativos están servidos.

Paralelismo del robo del Picasso con la película de Pierce Brosnam

Robo sofisticado y discreto

En la película, Thomas Crown ejecuta un robo de un cuadro valioso con planificación, sin violencia y casi sin ser detectado. El Picasso desaparecido también se esfumó durante un traslado rutinario, en una parada aparentemente inocua en Deifontes, sin alarmas activadas ni confrontación física.

Obra de gran valor y pequeño formato

El cuadro de Picasso, Naturaleza muerta con guitarra (1919), es de pequeño tamaño pero altísimo valor, ideal para ser transportado con discreción. En la película, el cuadro robado es manejable, permitiendo maniobras rápidas y sigilosas, un punto en común evidente.

Parada inesperada y estratégica

En la trama de la película, el robo implica movimientos calculados y ubicaciones inesperadas para despistar a la policía o a los vigilantes. En la realidad, el furgón hizo noche en Hostal Nacimiento, un lugar modesto y discreto, que se convierte en el punto clave donde podría haberse producido la desaparición.

Ausencia de testigos

Tanto en la película como en este caso, la obra desaparece sin que nadie lo perciba directamente. En Granada, el cuadro se trasladaba junto a otras 56 piezas y no se hizo un chequeo exhaustivo en el momento, dejando un margen para que alguien pudiera intervenir sin ser visto.

El elemento del misterio y el juego del gato y ratón

El caso Thomas Crown es un juego de ingenio entre el ladrón y la investigadora. El robo del Picasso genera ahora un misterio parecido: nadie sabe cómo ni dónde desapareció, y la investigación de la Policía Nacional se asemeja al juego de inteligencia que caracteriza la película.

Todo ocurre en medio de la rutina

En la película, el robo ocurre en un contexto aparentemente normal: un museo abierto, vigilancia estándar. En la realidad, el Picasso desapareció durante un traslado aparentemente rutinario hacia una exposición. La normalidad aparente es parte del encanto y del misterio de ambos casos.

Aunque no se ha hecho público el nombre del propietario, la pieza proviene de una colección privada española cedida temporalmente a la Fundación CajaGranada para la exposición Bodegón, la eternidad de lo inerte. Su valor económico estimado supera los 600.000 €, pero su valor cultural es incalculable: representa un capítulo de transición en la historia de uno de los artistas más influyentes de todos los tiempos.

El misterio de Deifontes

La discreta parada en Deifontes, a tan sólo 25 kilómetros del destino final, ha convertido a Hostal Nacimiento en un lugar inesperado dentro de un caso que recuerda más a una trama de ficción que a la logística de una exposición. La investigación de la Policía Nacional busca determinar si la sustracción se produjo allí, en carretera o durante la descarga en la fundación.