El agua termal es ya hoy en día un indispensable en la rutina de cuidados de la piel. Este producto nos ofrece múltiples beneficios y usos y es perfecto para llevar siempre encima, sobre todo ahora en verano. Te explicamos qué tipos de aguas termales existen.
El primer aspecto interesante del agua termal es su origen, que además determina su composición. Las aguas termales provienen de fuentes termales, ricas en minerales y oligoelementos, que les proporcionan propiedades calmantes y suavizantes, de efecto inmediato y comprobado científicamente. Otra cualidad es que se pueden utilizar en cualquier momento y situación. Benefician a todo tipo de pieles, incluso a las más sensibles, y son muy adecuadas en verano para aliviar a la piel del estrés biológico que nos suponen las altas temperaturas, diferente según la sensibilidad individual de cada persona.
Su composición varía dependiendo del origen del agua termal, pero todas ellas tienen las siguientes propiedades: poder hidratante, refrescante, calmante, antiséptica, anti-inflamatoria, cicatrizante y antioxidante.
- Refrescante: la sensación de frescor es inmediata. Igualmente neutraliza la sequedad de los ambientes interiores con aire acondicionados.
- Hidratante: Las aguas termales hidratan nuestra piel de inmediato. Este efecto se ha evidenciado estudiando la piel tras una semana de uso y el resultado ha sido una mejora de la sequedad en más de un 80%. También es antioxidante, nos protege de los radicales libres procedentes del metabolismo cutáneo que provocan un envejecimiento prematuro, evitándolo y favorece la regeneración celular de la piel protegiéndonos del deterioro de esta.
- Protectora: Las aguas termales forman una película sobre la piel que evita la deshidratación y la acción lesiva de los agentes ambientales.
- Maquillaje: Si sueles maquillarte, pulverizar sobre tu rostro agua termal fijará tu maquillaje manteniéndolo perfecto durante más horas.
- Limpieza y desmaquillado: a la hora de desmaquillarte, aplicándola antes de retirarlo, tu rostro se limpia más fácilmente y se beneficia de los minerales del agua termal. Tras la limpieza, aplícala antes de cualquier producto, tu piel estará más fresca y con el poro sellado.
- Deporte: indispensable en tu bolsa de gimnasio. Refresca, descongestiona y calma tras la vasodilatación que se produce con el ejercicio físico.
- Cicatrizantes: tienen capacidad para favorecer la epitelización de heridas superficiales como rozaduras, arañazos. Tienen además un efecto calmante sobre zonas inflamadas como picaduras o sarpullidos, eritema solar o quemaduras tras exposición al sol.
El uso sencillo en cualquier momento y lugar, hace de este producto un aliado para llevar en tu bolso y utilizar de forma habitual. El efecto es inmediato y el gesto es rápido y simple.
Agua termal glaciar, un paso más allá
El agua reveladora de orquídea bio y pensamiento silvestre de Archangela, más que un agua termal, es un agua glaciar. Por eso, cabe mencionar su extraordinaria pureza y su capacidad tensora y regeneradora. Así, estamos ante un producto complejo con un uso simple y versátil. Lo puedes usar sobre rostro limpio o maquillado para fijar y refrescar. Para limpiar la piel sobre un algodón solo o con unas gotas de aceite para la mejor retirada de restos de suciedad. Tras la limpieza para hidratar, iluminar y cerrar el poro. Para aportar hidratación y luz en cualquier situación de tu día a día con una simple pulverización.