La palabra MINDFULNESS se ha convertido en la palabra de moda, y más cuando la sociedad y todo lo que la compone va a una velocidad de vértigo.
Una de las definiciones que a mí más me gusta a título pragmático de la ansiedad es cuando explico que tu mente va más rápida que la vida!!!!
¿Qué ocurre cuando tu mente va a velocidad de Shinkansen mientras tu vida sigue un ritmo normal? Que sencillamente se descompensa. Deja de haber armonía y equilibrio, y por la puerta de atrás entra el estrés en forma de la hormona del cortisol, invadiendo nuestro organismo y provocando una inflamación crónica de nuestro sistema, así como una larga lista de efectos secundarios muy negativos: insomnio, ritmo cardiaco alterado, irascibilidad, irritación, nerviosismo, toma de decisiones equivocadas, precipitación, falta de juicio, agotamiento, dolores musculares, cansancio emocional y físico, fracaso en las relaciones intrapersonales, tensión arterial… ¡Todo nuestro sistema nervioso central disparado en negativo!
Nos pasamos la vida intentando predecir el futuro, que no deja de ser una ilusión, cuando en realidad nadie puede saber lo que va a pasar. Y lo cierto es que nuestras preocupaciones de lo que pueda suceder tienen poca base fiable, ya que si os paráis a pensar un minuto, casi nunca ocurre aquello que pensábamos que hubiera tenido que ocurrir, siempre ocurre algo distinto a lo que nosotros teníamos previsto, en forma y tiempo diferente. ¡Una cantidad de energía gastada y utilizada en vano!
El Mindfulness, y me remito a la ciencia y a todas las pruebas que se han ido haciendo a lo largo de los últimos 30 años, registra un aumento muy significativo de la materia gris del cerebro. Se pudieron identificar más de 8 regiones cerebrales con más actividad por la práctica del Mindfulness.
Una de ellas es el hipocampo, área del cerebro que se sitúa en las sienes, justo por debajo en forma de caballito de mar que a su vez forma parte de nuestro sistema límbico, uno de los responsables de nuestras emociones y memoria. Dicha zona está recubierta de sensores y receptores con una hipersensibilidad a la hormona del cortisol que es la que genera el estrés o incluso el distrés.
Otra de las zonas que se ve afectada en positivo por la práctica del mindfulness es lo que en neurociencia llamamos CCA, Corteza Cingulada Anterior. Es la zona de nuestro control ejecutivo y emocional, justo detrás del lóbulo frontal, en lo más profundo ,detrás de nuestra frente, que se asocia a la autorregulación, nuestra capacidad de dirigir la atención y la conducta de forma deliberada, diseñar y cambiar estrategias. Cuando la CCA sufre un daño, las personas muestran mucha más impulsividad y agresividad.
Hay muchísimas más pruebas y estudios que determinan de forma inequívoca que la práctica del Mindfulness contribuye a un equilibrio emocional y mental.
La vida es como montar a caballo al galope. En medio de un bosque, vigilando constantemente que las ramas de los árboles no nos den en la cara, nos desestabilicen y nos tiren del caballo. Una constante vigilancia y atención, pero claro, tal vez no veamos las rocas del suelo y la inestabilidad donde nuestro caballo puede tropezar y ahí nos vamos por los aires!
El Mindfulness trabaja especialmente dos áreas, mente y su conexión cuerpo.
¿Qué es el Mindfulness?
- Es un entrenamiento de la atención que enseña al cerebro a registrar todo lo que ocurre en el momento presente con total atención, ¡pero sin reaccionar!
- Es agilidad emocional para manejar con eficacia nuestros pensamientos y sentimientos.
- Es una forma de meditación al igual que la práctica del yoga, el Tai Chi, la meditación, el Qi Gong etc …
- El Mindfulness es una práctica occidentalizada de la meditación, adaptada y modernizada, sistematizada y aconfesional.
¿Sabéis cuántas palabras pronunciamos cada día de media? 16.000. ¿Sabéis cuántas palabras pensamos que nunca llegamos a pronunciar, pero evaluamos, imaginamos y analizamos? ¡80.000/90.000!
Mucha actividad, ¿no os parece? Vivimos con tanto ruido ambiental en nuestra mente que algunas veces es tan ensordecedor que apenas oímos nuestros pensamientos!!!
Nuestra mente funciona de una forma determinada. El profesor de Harvard ya fallecido Dr. Daniel Wegner, realizó un estudio en la universidad de Psicología y pidió a los participantes que no pensaran en OSOS BLANCOS mientras estuvieran en el aula, todos tuvieron dificultades para hacerlo. Cuando se les permitió volver a la libertad de pensamiento, muchos de los allí presentes empezaron a pensar en osos blancos. Cualquiera que haya soñado con patatas fritas y un brownie de chocolate con helado de vainilla mientras se sigue una dieta estricta, entiende perfectamente de lo que el estudio está hablando.
Intentar minimizar o ignorar nuestras emociones o pensamientos solo sirve para amplificarlos. Por tanto, nuestras emociones y nuestros pensamientos necesitan gestión, orden, es imposible bloquear nuestros pensamientos y emociones difíciles, y justo ahí es donde el Mindfulness es muy poderoso.
Tenemos una necesidad de reflexión en una sociedad tan vertiginosa, actividad frenética, llena de obligaciones y responsabilidades, tenemos que desarrollar mayor autoconciencia. Necesitamos ser más empáticos, más agradecidos, más generosos con nuestro entorno para tomar más conciencia.
La práctica del Mindfulness nos ayudará a ser más racionales con la toma de decisiones y menos emocionales.
Es sabido que nuestros sentimientos positivos o negativos sobre las personas, cosas o circunstancias emergen mucho más rápido que nuestros pensamientos conscientes con diferencia de unos milisegundos. Nuestro mecanismo de lucha y huida se activa mediante acto reflejo. También ante las ideas, no solo ante las cirunstancias!!!!!!
Hay muchas formas de practicar Mindfulness, quizá para iniciar una práctica y encontrar una rutina, sea muy beneficioso encontrar 20 minutos por la mañana antes de empezar la actividad cada día, hay muchas guías donde podemos encontrar cómo practicar el Mindfulness. Pero para los que ya llevamos tiempo practicándolo, quizá a lo que más enganchado estoy, y aquí solo hablo de mí en primera persona, son las micro-meditaciones, o a las prácticas del Mindfulness en 2 o 3 minutos.
Cualquier espacio es bueno, cualquier momento es bueno, al momento que uno pueda sentir presión, estrés, toma de decisión, que uno se vea sobrepasado en un momento determinado, en un momento de agitación… Cierra los ojos, respira y presta atención a tu respiración, y si tu mente intenta divagar que lo hará, vuelve tu atención a la respiración y no te juzgues por la momentánea pérdida de concentración, con suavidad vuelve a tu centro de atención.
¡Estas técnicas reformatean nuestro cerebro!
En EEUU las técnicas de Mindfulness ya están instauradas en las empresas más importantes del mundo, Google, Facebook, Ford Ind, Goldmann & Sachs, HBO, Bank of America y una larga lista de empresas multinacionales que han visto cómo los programas de Mindfulness han contribuido con fuerza al desarrollo humano de los directivos, mejorando la inteligencia emocional, capacidad de liderazgo, desarrollo de cualidades positivas, coherencia, eficiencia y efectividad en la consecución de los objetivos, sencillamente con la práctica del Mindfulness uno está más centrado y menos distraído!
El Mindfulness en la política, que hoy está tan presente en nuestra vida, fijaos en EEUU. En el Senado se hizo un estudio de aquellos políticos que practicaban la técnica, y quedó demostrado que aquellos con expresiones faciales y tonos de voz amable, empáticos de forma sincera cuando hablaban, consiguieron más proyectos de ley aprobados que los que utilizaron gestos y comportamientos dominantes autoritarios en sus discursos!!!!!
El Mindfulness es una práctica diaria, una filosofía de vida que nos ayudará a estar más presentes en el momento, tomar más conciencia de nuestro día a día. La vida, aunque suene a tópico, se vive cada momento, cada instante es importante, la vida son pequeñas experiencias, micro vivencias llenas de emoción y sentimientos.
Hoy es un buen día para empezar.
Quiero expresar mi gratitud a la profesora de Psicología en la Universidad de Harvard, Dra Ellen Langer, que además es fundadora del Langer Mindfulness Institute, y cuyas muchas publicaciones me han ayudado a recopilar datos para escribir este artículo.
