En estos meses de comienzo de 2025, hemos visto suceder las principales semanas de la moda, dejando las tendencias que vestiremos el próximo invierno. Milán, Madrid o Nueva York ya nos han mostrado sus propuestas y ahora es el turno de la alta costura de París. Todos esperábamos el clásico calendario, pero nos hemos llevado varias sorpresas. Una de las marcas eternas de la escena francesa ha deslumbrado en la pasarela. Así es la colección que ha presentado Sarah Burton como nueva directora creativa de Givenchy.

Es bien sabido que la capital francesa es referente no sólo en moda, sino también en alta costura y cada temporada lo demuestra. Desde Dior a Saint Laurent, muchos han sido los diseñadores que han nacido entre sus arquitectónicas calles y que han definido el camino global de la moda. Su trabajo se basa en innovación y, después de décadas, siguen reinventando el cuerpo de la mujer con diferentes volúmenes y formas. Las costuras que se crean en París son referencia y la ciudad sigue mostrando su influencia e importancia para con el mundo de la moda.
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Han sido muchos los diseñadores que han presentado sus propuestas, rodeados por caras conocidas como las españolas María Pedraza y Georgina Amorós, pasando por internacionales como Gigi Hadid, Kate Moss, Natalie Portman u Olivia Palermo, entre otras muchas. Givenchy es uno de los desfiles más esperados de la temporada y la nominada al Grammy a mejor artista novel, Raye, o la actriz Vanessa Kirby, han sido algunas de las asistentes que no se han querido perder tal hito.

La expectación sobre este desfile está servida y el principal motivo es el debut de la británica Sarah Burton en la dirección creativa. En el último año, hemos visto cómo el juego de las sillas musicales se ha apoderado de la moda y no se ha detenido. Han sido varios los cambios creativos que hemos visto. Muchos de ellos, impactantes, y este último nos sirve como claro ejemplo. Todos sabemos que la moda es creatividad e innovación sobre las líneas clásicas, pero a veces esto no cuadra entre marcas. Burton procede de Alexander McQueen, una firma rompedora que juega mucho con los contrastes. Además, fue ella la encargada del vestido de novia de Kate Middleton. La incorporación a algo más clásico como Givenchy, sabíamos que iba a traer cola. ¿El resultado? Lo analizamos en las siguientes líneas, pero ya podemos adelantar que la sorpresa ha sido positiva.

Antes del debut de la misma, tuvimos una pequeña píldora en la alfombra roja de los Oscar con Timothée Chalamet y Elle Fanning, cada uno de ellos con un diseño custom de la casa francesa, ejecutado por la mano creativa de la británica.

La propuesta que la firma hizo hace un año no dista mucho de lo que hemos podido ver en la pasarela del día de hoy. Lo que ha hecho Sarah Burton está claro y ha conseguido plasmar su enorme talento sobre unas piezas que nos han enamorado. La gama cromática ha permanecido fiel a la marca y, ante la gran presencia del negro, se observan blancos, atisbos de colores como el amarillo pastel o contrastes intermedios como los grises.

Las transparencias se encargan de abrir el desfile, a través de monos confeccionados con tejido de rejilla, que se repiten en otro formato cromático. Por debajo se complementa con un sujetador tupido y un culote del mismo tono. Es el comienzo perfecto porque muestra la personalidad transgresora de Burton que, como bien dijo en el comunicado que emitió la marca, «estoy muy emocionada por poder transcribir el próximo capítulo de esta icónica casa y traer a Givenchy mi propia visión, sensibilidad y creencias». Así ha sido y así lo ha cumplido.

La propuesta sigue con la reinvención sobre los clásicos bodys, ejecutada a través del patrón. Líneas que se ajustan al cuerpo y suben cruzando la zona del pecho, mientras terminan en una especie de cuello cisne que crea una ilusión a través de los pliegues. Otro de los aportes que comienza a mostrar la nueva personalidad que cobra la marca por la clara influencia de Burton. El tejido también se aplica a vestidos que terminan con un sutil volumen de tul por debajo de la rodilla.

La sastrería es su gran especialidad y lo hemos podido ver durante sus más de 20 años de experiencia en la parte creativa de McQueen. El patrón que propone une lo clásico de la sastrería con los volúmenes aplicados, a través de las mangas abullonadas, los hombros en carácter oversize y una estructura encorsetada a la altura de la cintura. Un patrón que también vamos a ver aplicado en la mayoría de la propuesta, feminizando el estilo masculino clásico.

Otra de las tendencias que vemos clara para el otoño/invierno 25-26 y que Sarah Burton renueva en Givenchy son los abrigos de espiga con un contraste jaspeado, con cuello tipo sastre, con un degradado a negro que termina en la parte de abajo del abrigo. Además de estos, podemos ver otras propuestas que juegan con los largos y el tejido de felpa lo reinventan sobre las clásicas características de un blazer que también hace las veces de vestido corto, ya sea en versión frontal o en reverso, jugando con los cuellos. Para dar un toque más de personalidad, la tendencia del lazo XXL viene de vuelta.

En cuanto a los vestidos, la directora creativa apuesta por lo asimétrico en su nueva etapa en Givenchy y nos deja detalles de las propuestas perfectas para eventos e invitadas en la próxima temporada. Tejidos fluidos, en colores claros, que caen de forma natural desde el cuello, en este caso, evitando las estructuras ajustadas.

De ahí pasamos a los sutiles estampados florales sobre fondo blanco, que hablan de la naturaleza, que contrasta con las propuestas en cuero, tanto en tops como en composiciones de dos piezas. Con esto vemos que el mundo de las pieles se va reforzando y las marcas de moda lo vuelven a introducir.

En definitiva, podríamos decir que Sarah Burton ha llegado a Givenchy para impulsar el concepto de la firma a través de su innovación sobre la sastrería, trasladando la imagen de la que fue la marca favorita de Audrey Hepburn a niveles creativos superiores.
