Estos dos últimos años han dado una vuelta al pronóstico de la moda. Del futurismo que derrochaba Maria Grazia Chiuri con Dior en las pasarelas del 2022, a la tendencia por resucitar clásicos olvidados. En todos los aspectos que influye la moda: desde los tonos hasta los cortes, las combinaciones e, incluso, los accesorios. Entre todas ellas, ha habido una que ha acaparado desfiles, alfombras rojas, incluso ha sido tendencia en la gran pantalla: el gothic style. Si bien es cierto que estas no son algo casual, el gothic style guarda una relación estrecha con la popularización de corrientes culturales, entre las que guarda un lugar privilegiado el cine.
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La unión de dos artes
El cine y la moda, la moda y el cine. Independientemente de por donde se mire, la relación bidireccional entre ambas industrias es un fenómeno que se ve reflejado en la sociedad. Recientemente debemos precisamente esta relación al nuevo fashion idol de la generación Z: Jenna Ortega.

Sus últimos estrenos en pantalla como Miércoles o Beetlejuice Beetlejuice han marcado una línea estética que ha despertado el estilo gótico tanto en sus personajes hasta en sus múltiples apariciones. Incluso en su aparición en el videoclip de Taste de Sabrina Carpenter, ambas caracterizaciones aplaudían dicha estética.

Cuando la moda y el cine unen sus fuerzas no solo son capaces de dibujar las tendencias, también intervienen en la opinión pública, en cómo los estilos, las marcas y los propios diseñadores son percibidos en la sociedad. La asociación de piezas y accesorios al prestigio de la gran pantalla influye directamente en la percepción y la demanda de los estilos. Y no solo eso, ya que el gothic style se lo hemos visto lucir a la propia Zendaya junto a Tom Holland en su día a día, al salir de una tarde de teatro. Pero, ¿Qué guarda este estilo que tanto se ha visto en los últimos tiempos?

Una de las consecuencias de la vuelta a la nostalgia en el diseño de moda es la recuperación de clásicos abandonados. Son precisamente esas estéticas que teníamos olvidadas, aparentemente de anticuario. Partimos de la base de las pasarelas, los grandes proyectores de las tendencias. Y es que, ya en las colecciones colección otoño/invierno 2024 de grandes firmas como Dior o Prada veíamos una paleta de colores predominantemente tendente al negro.
Por otro lado, la creciente popularización de la estética vintage, o los cortes victorianos, muy presentes en las últimas pasarelas. Sumado al fenómeno “gran pantalla” que mencionamos anteriormente hacen que el estilo gótico posea la fórmula perfecta para convertirse en el nuevo éxito.

Su origen: la conjunción artística
Más allá del simbolismo que rodea al estilo gótico, si nos centramos en la estética podemos encontrar la perfecta conjunción entre cultura, historia y arte. Nos remontamos al movimiento gótico medieval. Aunque el auge vino de la mano de figuras como Edgar Alan Poe quienes dieron forma durante el romanticismo del siglo XIX a una nueva manera de entender “lo oscuro”. Emparejando sus universos literarios con los corsés, encajes y telas pesadas de la moda vitoriana que influyeron directamente en el estilo gótico.
Durante la década de los 70 el estilo gótico volvió a sufrir otro cambio de rumbo, esta vez para aventurarse hacia la consolidación de una estética más moderna, ligada en gran parte a la industria musical ligada con post-punk y bandas de música como Bauhaus, The Cure y Siouxsie and the Banshees. ¿Quién no conoce al gran icono del gótico de estos años, Marilyn Manson? Sin duda uno de los personajes que más ha marcado esta estética, que durante estos años acompañaba maquillajes oscuros.

Aunque si hablamos de moda, no podemos hablar de un único estilo. Lo que hoy entendemos por gothic style y que tanto ha marcado el rumbo de las pasarelas de estos últimos años, también ha derivado en otros subestilos como cyber goth, pastel goth y romantic goth. Siendo entre todos ellos el más popular el goth chic gracias a grandes casas de la alta costura como Alexander McQueen, John Galliano y Vivienne Westwood.